Yolanda Arenales
La controversia sobre el anuncio de que Bank of America (BOA) ofrecerá tarjetas de crédito a personas sin número del seguro social continúa.

Aunque organizaciones como Greenlining Institute, Tomás Rivera Policy Institute, Consejo Nacional de la Raza y la Unión Comunitaria del Este de Los Ángeles (TELACU) consideran positivo abrir nuevas opciones financieras para los inmigrantes, también se han registrado protestas.

La Coalición para el Boicot de la Inmigración Ilegal, que agrupa a 97 organizaciones conservadoras como America in Danger, Invading America e Illegal Alliens US, ha anunciado que cuenta con miles de firmas de personas en contra de esta iniciativa y ha lanzado una campaña en la que animan a los clientes de Bank of America a cerrar sus cuentas en esta entidad.

Carla Molina, portavoz del banco, dijo que “la actividad registrada no es anormal. Sí se han cerrado algunas cuentas, pero también está llamando gente de todo el país preguntando cuándo iniciamos el programa [de tarjetas de crédito] en otras ciudades”.

Molina resaltó que la posición de Bank of America es la que expresó su director ejecutivo Kenneth Lewis, en una declaración remitida el jueves a The Wall Street Journal y en la que señaló que el banco se ha visto involucrado en una batalla migratoria cuando en realidad la iniciativa es de carácter financiero.

“El banco cree estar haciendo lo correcto y no planeamos eliminar el programa”, aseguró Molina.

William Gheen, director de Coalición para el Boicot de la Inmigración Ilegal, ha dicho que “lo que Bank of America está haciendo es ilegal o debería serlo”.

Illegal Alliens US señala que “llamar a un inmigrante ilegal ‘indocumentado’ equivale a describir a un ladrón como una persona no invitada a la casa”. En opinión de muchas de estas organizaciones, los inmigrantes ilegales deben ser considerados delincuentes.

“Hay mucha gente reaccionando por racismo y miedo”, dijo Cynthia Amador, presidenta de CHARO Community Development Corporation, quien agregó que los inmigrantes se ganan sus ingresos con su trabajo y contribuyen al progreso de la economía, de lo que se benefician también los que protestan contra ellos.

La campaña de boicot incluye una lista de bancos “buenos y malos” según su política hacia los inmigrantes. Entre los “malos”, que se marcan con una bandera mexicana mientras que al lado de los “buenos” aparece la estadounidense, figuran Wachovia, Banco Popular, Wells Fargo, Comerica y Washington Mutual, entre otros.

La campaña critica a todos los que aceptan que se use la matrícula consular para cualquier trámite con el banco y especialmente la concesión de préstamos y tarjetas de crédito con el número de identificación fiscal conocido como ITIN.

David Lizarraga, presidente de TELACU, expresó que “abrir oportunidades financieras debe estar al alcance de todo ser humano”, como un derecho que está por encima de la situación migratoria o la nacionalidad de las personas.

La posibilidad de que los inmigrantes indocumentados puedan obtener tarjetas de crédito es un paso positivo, según Lizarraga, a quien mas que las críticas de quienes se oponen a este tipo de servicios le preocupa las posibles consecuencias para los inmigrantes, si la medida no se acompaña de más educación financiera sobre la utilización del crédito.

“Lo importante es que no se convierta en algo con lo que acaben dañándose a sí mismos”, dijo Lizárraga.