Golpe policial a las mafias de la prostitución china en Madrid

Seis organizaciones se repartían el negocio y cobraban lo mismo para no

La Razón, 23-02-2007

Madrid – La Policía Nacional ha asestado un golpe que parece definitivo a
las mafias que controlaban la prostitución china en Madrid. Según informó
ayer la Jefatura Superior de Policía, se han desarticulado seis
organizaciones criminales que se dedicaban a este negocio ilegal a través
de anuncios en los periódicos. Han sido detenidos catorce de los
cabecillas de la red y veinte de las cerca de cien mujeres que trabajaban
para ellos, aplicando la Ley de Extranjería.
   La investigación
ha sido realizada por agentes del Grupo V de la Brigada Provincial de
Extranjería y Documentación y de la UCRIF Central. Las pesquisas
comenzaron en el mes de marzo de 2006. Los agentes descubrieron que
mujeres de origen asiático estaban ejerciendo la prostitución en varios
domicilios de la capital. Los criminales captaban a las chicas a través de
anuncios en periódicos editados en idioma chino en la Comunidad de Madrid,
y a sus clientes mediante el mismo sistema, pero en diarios españoles de
tirada nacional.
   Las prostitutas se presentaban con un acentuado
aspecto aniñado, en cuartos infantiles llenos de muñecos y peluches para
captar la atención de los lectores. Las investigaciones confirmaron, sin
embargo, que todas las mujeres eran mayores de edad y ejercían la
prostitución voluntariamente. Excepto una, a la que los mafiosos le habían
retirado los papeles y que fue violada por un amigo del responsable de la
organización que la explotaba. A veces, las chicas tomaban voluntariamente
medicamentos para evitar la menstruación y trabajar todos los días.
   Para seleccionar a las más adecuadas, los criminales valoraban la edad, el
aspecto físico y establecían condiciones de trabajo: disponibilidad,
aceptación de las reglas de la organización, y reparto de beneficios. Eran
estos cabecillas los que gestionaban la actividad de las mujeres. Ponían
los anuncios en los periódicos, gestionaban la actividad de las
prostitutas, las proveían de efectos personales, cobraban los servicios,
pagaban a las chicas, y hasta hacían de chóferes para trasladar a la mujer
al domicilio del cliente, si este así lo requería. Según los cálculos de
la Policía, cada chica originaba unos gastos aproximados de 18.000 euros.
   Las seis organizaciones tenían una estructura similar. Una o dos personas
gestionaban el grupo, y una o dos prostitutas de confianza ejercían de
madames. Atendían a los clientes, cobraban los servicios, etcétera. Cada
prostíbulo contaba con empleadas propias de limpieza y cocina. Para
escapar de la vigilancia policial, las bandas variaban habitualmente sus
domicilios, lo que dificultó en gran medida el rastreo de los criminales.
Además, las prostitutas rotaban de unas casas a otras. Cada burdel atendía
a unos 60 clientes diarios y, en ocasiones, tuvo hasta 18 personas
esperando para pagar por sexo en la misma sala de espera. Las seis bandas
cobraban lo mismo sin hacerse la competencia, ya que, al parecer, había
negocio de sobra para todas. La red tenía tan establecido el negocio que
facilitaba el pago con tarjeta bancaria de los servicios mediante
datáfonos.
   Las estimaciones de los agentes situaron en catorce
millones de euros los beneficios anuales entre los criminales y las
chicas. Estos beneficios se repartían al 50 por ciento entre ambos grupos.
Tras la desarticulación de esta red mafiosa, han desaparecido la práctica
totalidad de anuncios de prostitución china que se publicaban en los
diarios nacionales.
   Envío de dinero
   Alrededor de este negocio, los agentes pusieron al descubierto otros
delitos como blanqueo de capitales, inmigración ilegal, asociación ilícita
y tráfico de mujeres. En las cuentas de algunos de los detenidos se
detectaron ingresos de 350.000 euros por transferencias internacionales.
Además, se pudieron confirmar envíos periódicos por parte de los
criminales de enormes sumas de dinero a su país de origen desde cuentas en
entidades españolas que se agrandaban mediante ingresos diarios en
efectivo.
   En el curso de la operación, se practicaron seis registros
en otros tantos domicilios, donde se ejercían los servicios de sexo por
dinero. Pisos situados en Centro Usera, Puente de Vallecas, Ciudad Lineal,
Tetuán y Salamanca.
   

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