«No puedo acudir a la escuela porque tengo que ir a visitar a mi suegra»

Un estudio revela que al 40 por ciento de los alumnos gitanos no le gusta

La Razón, 23-02-2007

Madrid – Los gitanos llegan más tarde a Secundaria y, entre ellos, las
chicas lo hacen con más dificultades. La Fundación Secretariado Gitano ha
realizado un informe en el que se desvelan datos que demuestran la mala
situación del alumnado gitano que estudia Educación Secundaria Obligatoria
(ESO). Según el estudio «Incorporación y trayectoria de niñas gitanas en
la ESO», que incluye una encuesta realizada a 800 estudiantes (de los que
407 eran gitanos), contabiliza que el 60,7 por ciento de los alumnos de
esta etnia es chico, mientras que las chicas representan el 39,3. Esto
indica un gran número de abandonos por parte de las féminas, en muchos
casos relacionados con la idea de que al llegar a esa edad su cometido
cambia. El estudio destaca voces de la comunidad gitana que reconocen la
importancia de la educación y que están a favor de que las niñas sigan
estudiando, aunque el sistema educativo y la comunidad gitana se
encuentren, en muchos casos, alejados entre sí.
   El informe
revela los motivos por los que se ausentan de las clases. Varían en el
caso de chicos con respecto a las chicas: los primeros aluden problemas
familiares, enfermedad o a haberse quedado dormidos, mientras que ellas
dicen «tener que ir a visitar a su suegra o a su novio».
   A
partir de los datos obtenidos se extrae que el porcentaje de alumnos
gitanos que requieren de programas de educación compensatorio (programas
especiales dirigidos a estudiantes con dificultades escolares), asciende
al 39,1 por ciento frente al 14,2 por ciento del alumnado «payo». Algo que
puede deberse, en muchos casos, «a la existencia de un mayor porcentaje de
personas cuyas condiciones de vida son deficientes entre la población
gitana».
   Al finalizar Primaria, sólo un 42 por ciento de los
escolares gitanos ha superado todas las asignaturas, frente a un 64 del
alumnado no gitano.
   En cuanto a las razones a las que los
estudiantes atribuyen sus suspensos, las respuestas que hacen referencia a
la dificultad de la materia son similares entre gitanos y payos.
   El
informe revela como un 31 por ciento de los alumnos gitanos declara que
les gusta estudiar, mientras que cuatro de cada diez reconocen como no le
gusta y asisten al centro educativo sin ningún tipo de motivación. Así, el
15,7 por ciento de los alumnos de ESO gitanos entrevistados ha suspendido
todas las asignaturas (frente al 3,9 por ciento del alumnado «payo»), y
sólo el 16,9 por ciento las ha aprobado todas (49 por ciento en el caso de
los no gitanos).
   Los resultados obtenidos a partir de la evaluación
reflejan importantes diferencias en cuanto a resultados entre los niños y
niñas gitanas. Las chicas gitanas son menos «disruptivas» (respetan más el
turno de palabra) y se muestran más cuidadosas y ordenadas que los niños
de su mismo grupo de pertenencia.
   Con respecto a su integración, los
casos de rechazo hacia el alumnado gitano son muy altos. De hecho, el 12,6
por ciento de los gitanos es rechazado en el 40 por ciento de las
ocasiones en que hay que elegir compañero para realizar alguna actividad
en grupo.
   

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