CRUZ MORCILLO

CIUDAD REAL. Imán, vendedor de mercadillo, empresario, esposo y padre ejemplar. Sólo «fallaba» en que no tenía ningún empacho en engañar a quien se cruzara en su camino si eso le suponía seguir aumentando sus pingües ingresos. Los investigadores han calculado que el líder religioso de los musulmanes de Puerto Lápice (Ciudad Real) ha obtenido 1.200.000 euros con unas 150 ofertas laborales fraudulentas para sus compatriotas en los últimos tres años, según informaron fuentes jurídicas. El caso lo ha instruido el Juzgado número 2 de Alcázar de San Juan.

Las actividades del marroquí Ch. B., de 46 años, y su familia se detectaron el pasado septiembre. Los agentes de Extranjería descubrieron que el imán había propuesto un año antes a un compatriota suyo venir a trabajar a España en la venta ambulante de mercadillos. Le pidió fotocopia del pasaporte, dos fotos y 3.500 euros por adelantado para tramitar la oferta de empleo a su nombre.

Casi un año después, se le concede la autorización de residencia y trabajo por parte de la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real para trabajar en la empresa de K. B., la mujer del imán. A cambio, éste recibe otros 4.500 euros.

A partir de ahí las pruebas contra la familia empiezan a acumularse en la Brigada de Extranjería y Documentación de Ciudad Real y en la Ucrif de la Comisaría General, responsable de la operación. El imán, su mujer y sus tres hijos vivían de los beneficios de estas ofertas de trabajo y vivían muy bien, tal y como después descubrirían los investigadores. Facilitaban todo el camino a los aspirantes a cambio de una media de diez mil euros por persona, a sabiendas de que el «beneficiado» nunca iba a trabajar en ninguna de las empresas de la familia. Cada candidato desembolsaba esa cantidad y además tenía que pagar 460 euros al mes a la Seguridad Social.

No se ha podido comprobar si los trabajadores quedaron en la ruina; no han sido localizados, de momento, dado que en las documentaciones figura como domicilio el de las empresas de Puerto Lápice de la familia del imán, pero luego cada uno vivía donde podía.

El mecanismo era elemental, aunque irrefutable. El empleador (el líder de los musulmanes de Puerto Lápice) o alguno de sus familiares presentaba en las áreas de Trabajo de varias provincias ofertas de empleo en la venta ambulante para dos empresas del clan. Cada documento valía, como se ha dicho, 3.500 euros inicialmente.

Si la resolución laboral era favorable, el imán alertaba al trabajador y éste solicitaba el visado para España. Ya aquí pagaba el resto de la deuda hasta los casi diez mil euros. Si no conseguía el objetivo, el «empresario» se desentendía y, por supuesto, no devolvía el adelanto. Se han localizado 150 solicitudes de oferta de trabajo repartidas por seis provincias en las que aparecían como empleadores los cinco miembros de la familia, de forma indistinta. Los padres y dos hijas fueron detenidos el pasado día 13, pero están en libertad.