A Ch. B., natural de la localidad marroquí de Dr. Ayoub Tendrada, le ha ido más que bien en España. Llegó a nuestro país en 1996 y diez años después había conseguido vivir muy holgadamente. Los investigadores no daban crédito, tras los registros, lo que le había cundido a las babuchas y al resto de mercancías que vendía el imán y su familia en los mercadillos de Ciudad Real y las provincias aledañas.

Se ha averiguado que tiene seis vehículos (dos Mercedes y cuatro furgonetas), tres viviendas en Puerto Lápice, tres locales comerciales, dos solares en los que seguramente tenía previsto construir y otra finca. Ese patrimonio y su dirección del rezo le han permitido una perfecta integración en la localidad.

El imán, su mujer y sus dos hijas, que fueron detenidos el día 13, quedaron en libertad. La razón es que el fiscal no se presentó a la comparecencia y, obviamente, no pidió prisión. El juez, por tanto, al no haber acusación no pudo acordar esa medida.