España sólo repatrió a 5.300 de los 31.700 subsaharianos llegados a Canarias en el 2006

Pérez Rubalcaba explicó ayer en el Congreso que durante el año pasado fueron rechazados, devueltos o expulsados del país casi cien mil inmigrantes

La Vanguardia, 22-02-2007

LUIS IZQUIERDOMADRID

España está haciendo gestiones con otros gobiernos de la UE para conseguir que India acepte las 299 repatriaciones
El saldo de la crisis migratoria de los cayucos del año pasado fue la repatriación de 5.285 subsaharianos a Senegal y la permanencia en España de más de 26.500. Durante el 2006 arribaron a las costas de las islas Canarias un total de 31.787 inmigrantes a bordo de cayucos. Así se desprende de los datos facilitados ayer por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la comisión de Interior del Congreso de los Diputados.

Pérez Rubalcaba destacó, en una comparecencia sobre la política de control de la inmigración ilegal, que durante el primer ejercicio en que ha ocupado la dirección del Ministerio del Interior fueron rechazados o repatriados a través de los cuatro procedimientos existentes (retorno, readmisión, devolución y expulsión) un total de 99.445 extranjeros que pretendían entrar ilegalmente en España o que ya lo habían hecho. A juicio del ministro, el elevado volumen de personas descubiertas en estas circunstancias es una clara muestra de hasta qué punto estamos sufriendo una importante presión migratoria.

El número más importante se refiere a las readmisiones, procedimiento que se aplica a ciudadanos extranjeros que llegaron desde Francia sin la documentación necesaria y, tras ser interceptados por la Policía, fueron entregados de regreso al país vecino. En el 2006 fueron 47.389, lo que significó un 9% menos que el año anterior, a causa de la incorporación de Rumanía y Bulgaria a la UE el pasado 1 de enero. Desde esa fecha, búlgaros y rumanos no necesitan permiso de residencia en España, aunque sí de trabajo.

Donde se consiguió un salto cuantitativo importante fue en las devoluciones, aplicables a quienes llegaron a través de embarcaciones clandestinas. Interior repatrió a través de esta fórmula a 21.216 extranjeros, de los cuales 5.285 procedían de Senegal, mientras que 12.270 eran marroquíes. El incremento frente a las cifras del 2005 fue del 47%. También hubo más retornos, rechazos de ciudadanos no europeos en puestos fronterizos (19.273), y más expulsiones. Esta última figura se aplica a las personas que residen irregularmente en España, y permitió enviar de vuelta a sus países a 11.567 inmigrantes indocumentados, un 5% más que en el año anterior.

El titular de Interior explicó que, además de las aludidas cifras, la cooperación con las fuerzas armadas de Mauritania y Senegal para el control de las costas evitó la salida de más de 82 embarcaciones que transportaban a unos cinco mil inmigrantes con destino a Canarias.

Pérez Rubalcaba también abordó la crisis del Marine I, sobre la que destacó la acumulación de “circunstancias imprevisibles” tras el rescate del buque negrero en alta mar por “cuestiones humanitarias”. El ministro dijo que los 299 indios que permanecen en el puerto mauritano de Nuabidú serán repatriados a su país en cuanto la embajada de India en Senegal lo autorice. Pérez Rubalcaba admitió las dificultades que está poniendo el Gobierno indio al viaje y dejó entrever que se están haciendo gestiones con otros gobiernos de la UE cuyas relaciones con Nueva Delhi son mucho mejores que las que tiene España.

Con respecto a las malas condiciones que vivieron los 130 policías españoles en Nuabidú durante los tres primeros días que siguieron al desembarco, el ministro se lamentó de lo ocurrido y anunció que los agentes serán recompensados por ello.

Sin embargo, las compensaciones prometidas por Interior no fueron suficientes para calmar el malestar de los sindicatos policiales. El secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, pidió que se destituya a los responsables de lo ocurrido, mientras que el secretario general de la CEP, Ignacio López, responsabilizó a los ministerios de Trabajo y Asuntos Exteriores por la mala gestión realizada.

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