El 14% de los trabajadores son foráneos, un nuevo máximo histórico

Diario de Noticias, 22-02-2007

madrid. Los inmigrantes que trabajan en España se acercan ya a los tres millones y suponen el 13,9% del total de ocupados, cifra que supone un nuevo máximo histórico y que no ha dejado de incrementarse en los últimos 37 trimestres, según el Indicador Laboral de Comunidades Autónomas (ILCA) elaborado por IESE – Adecco.

De los casi 700.000 empleos creados el año pasado, los extranjeros ocuparon dos de cada tres. Así, por 228.300 nuevos puestos de trabajo que fueron a parar a manos de españoles, hubo 459.200 para inmigrantes. En total, el crecimiento del empleo entre los extranjeros fue del 19,9%, 15 veces mayor que el de los españoles (1,3%).

No obstante, el ILCA del cuarto trimestre de 2006 subraya que, pese a lo positivo de estos datos, el incremento de la ocupación no fue “suficiente” para absorber toda la mano de obra inmigrante, por lo que el paro de los extranjeros aumentó el año pasado un 42% respecto a 2005.

En total, los inmigrantes en paro ascienden a 372.000, cifra que también es un máximo histórico y que equivale al 20,5% del conjunto de desempleados existentes en España. Este porcentaje ha aumentado 6 puntos en un año. Así, mientras que en 2005 uno de cada siete parados en España era inmigrante, en 2006 la proporción se ha reducido a uno de cada cinco, lo que, según Adecco, puede significar que “la llegada de extranjeros excede de la capacidad de absorción” de la economía.

blanqueo y explotación Por otra parte, la Confederación Española de Comercio (CEC) denunció ayer la permisividad de las autoridades ante el incumplimientos de la legislación comercial por parte de establecimientos regentados por inmigrantes, que podrían encubrir el blanqueo de dinero y la explotación de trabajadores. Estas irregularidades, según la CEC, pasan por aprovisionar a los top manta a importar mercancía extracomunitaria de forma ilegal, distribuir falsificaciones y productos sin garantías sanitarias, incumplir la legislación laboral y de seguridad, y no contar con licencia, entre otras. El secretario general de la CEC, Miguel Ángel Fraile, teme, además, que el pago, por parte de establecimientos regentados por extranjeros, de pedidos con importes superiores al precio de mercado sea delictivo. Según Fraile, “el origen de estos fondos es poco clara y podría venir del blanqueo de dinero”.

La CEC aclaró, no obstante, que no todas la tiendas de inmigrantes se caracterizan por estas prácticas y recordó que el comercio demanda 50.000 trabajadores anuales. >e.P.

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