Holanda forma una gran coalición de gobierno y evita adoptar las políticas más duras contra la inmigración

El Mundo, 06-02-2007

Rita de Hierro, la temida ministra de Integración que propuso prohibir el burka en Holanda, se ha quedado fuera del nuevo Gobierno de coalición de La Haya y, con ella, también sus políticas más restrictivas contra los inmigrantes.


Tras cinco semanas de negociaciones y tres meses después de su ajustada victoria en las elecciones, el primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende, presentó ayer su Gabinete a los grupos parlamentarios de la nueva coalición, una mezcla de centro – derecha – izquierda de cristianos y laboristas. Wouter Bos, el líder laborista y máximo rival de Balkenende, se convertirá en vicepresidente y ministro de Economía, según el borrador de coalición en la que también participa el pequeño partido de la Unión Cristiana, con seis escaños en un hemiciclo de 150. A cambio del apoyo de la izquierda, Balkenende, el Harry Potter holandés (por su parecido físico, no por su magia), ha cedido en la línea más dura contra la inmigración y aprobará una amnistía para más de 30.000 refugiados que llegaron a Holanda antes de 2001, cuando entró en vigor la última y más exigente Ley de Extranjería. La regularización deberá pasar primero por Bruselas, según el acuerdo político de la UE tras la iniciativa unilateral española en 2005, criticada por algunos estados miembros y parte de la Comisión Europea.


Rita Verdonk – cuyo partido, el liberal VVD, se resignará a la oposición, después de 12 años en el poder – atacó las regularizaciones de países como Francia y España. En septiembre, durante una cumbre en Tampere, en Finlandia, la inflexible ministra se presentó hasta con un mapa inundado de flechas que mostraban los flujos de los africanos hacia Holanda y aseguró que la legalización de 700.000 extranjeros en España reforzaba la «delincuencia organizada». «¿Cuándo vamos a empezar a colaborar de verdad?», se quejaba, enfática, Verdonk.


Ahora la Comisión sólo le pide a Holanda que, antes de publicar la ley, informe a sus colegas de la UE de manera oficial. «Puede hacerlo en el último momento», comentó ayer Friso Roscam, portavoz de Interior.


Mientras ve como miles de inmigrantes reciben papeles, Verdonk podrá al menos dejar como herencia su decisión más célebre, que pasará incluso con un partido de centro – izquierda en el poder. El veto del burka en todo el país, aún en proceso de convertirse en ley, podría ser aprobado sin dificultad esta legislatura, ya que el Parlamento siempre ha respaldado la prohibición. Además, dentro del acuerdo de coalición, los líderes han elegido no buscarse más problemas con el Tratado Constitucional, que los holandeses rechazaron en referéndum en junio de 2005. La Constitución no volverá a ser sometida a consulta pública, al menos durante este Gobierno, que optará por la vía de la ratificación parlamentaria si la UE plantea otro texto.


Esta opción podría acelerar el proceso constitucional, especialmente si gana Nicolas Sarkozy en Francia. El candidato conservador es partidario de escribir un «mini – tratado» con las partes esenciales del Tratado y aprobarlo, en su caso, sólo en la Asamblea francesa. Si los países del no en referéndum se alían con los 18 que ya han aprobado la Constitución, los más reacios, británicos, polacos y checos, podrían quedarse aislados.

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