Después de ser detenidos en redadas, niños, hombres y mujeres inmigrantes esperan su deportación en cárceles de Estados Unidos, donde les dan de comer dos veces al día arroz, frijoles y café. “Es una especie de castigo por entrar sin papeles”, sostuvo Juan Álvarez, dirigente de la Organización Latinoamericana Pro-derecho del Inmigrante.
La organización encabezada por Álvarez —de origen guatemalteco—, junto con Inmigrantes Latinos en Acción y Mexicanos en Acción, denunció que las autoridades estadunidense violan los derechos humanos de decenas de migrantes indocumentados.

“No prestan servicios de salud, la comida que les dan es mala: frijoles, arroz y café es todo lo que ofrecen en las cárceles de inmigración”, explicó Juan Álvarez, quien sostuvo que además en una sola celda tienen confinadas hasta 25 personas sin importar que cohabiten en el mismo espacio niños, mujeres y hombres.

En los últimos meses, las redadas en Estados Unidos se han incrementado y con ello la ola racista contra los inmigrantes, revelaron las organizaciones pro inmigrantes, “al ser capturados los tratan como verdaderos violadores o criminales”.

Los agentes van a la hora de la salida de las escuelas, a los parques, a los supermercados; hay retenes en las carreteras para detener a quienes tengan rasgos hispanos, señaló en entrevista vía telefónica desde Houston, Texas, Juan Álvarez.

Una de las últimas redadas masivas fue el pasado 31 de enero, cuando agentes de migración detuvieron a 74 indocumentados. Pero una de las más grandes sucedió el 13 de diciembre del 2006, cuando mil 282 indocumentados fueron arrestados en empaquetadoras de carne de seis estados de aquel país.

“Te interrogan, te piden tu licencia de conducir, los documentos migratorios o las tarjetas del seguro social: quieren provocar pánico”, acusó Álvarez, quien insistió que las autoridades estadunidenses pretenden sacar a todos los indocumentados que puedan para no arreglarles sus documentos si se logra una reforma migratoria.

En tanto, Luisana Santibáñez, integrante de la organización Inmigrantes Latinos en Acción, manifestó que el Centro de Detención de Taylor, Texas, tiene capacidad para 500 personas, y actualmente hay 400 detenidos, 200 de ellos son menores de edad.

“Taylor no es un edificio, son una especie de carpas donde cohabitan niños, mujeres (algunas embarazadas), hombres y ancianos; y de nacionalidades diferentes (…) las condiciones no son buenas, duermen en colchones, y abogados que visitan a los detenidos dicen que los niños están bajos de peso”, reveló la activista.

“A los pequeños les dan una hora de clase y una hora de recreo, “pero el resto del tiempo quién sabe qué hagan… finalmente es una cárcel”, dijo. Santibáñez dijo que los indocumentados se han convertido en un negocio muy redituable para los centros de detención, pues niños, mujeres, hombres y ancianos que ya debieron ser deportados ahí permanecen.

La activista estadunidense, hija de inmigrante mexicana, señaló que por cada indocumentado recluido en ese centro de detención el gobierno le da a los directivos 95 dólares diarios, es decir, “1.2 millones de dólares al año para todos los centros de detención del país”.

Organizaciones pro inmigrantes en Estados Unidos advirtieron que presionarán a la administración de George Bush para que decrete una moratoria a las redadas de indocumentados mientras el Congreso delibera una reforma migratoria.
Representantes de más de 200 organizaciones pro inmigrantes anunciaron que en los próximos meses pondrán en marcha una amplia estrategia para presionar al Congreso de EU a que apruebe una reforma migratoria integral.

Álvarez señaló que la única forma de presionar al gobierno para que cancele la ola de redadas es “manifestándonos nuevamente en las calles, porque no van a entender de otra manera”. Sin embargo, las organizaciones no se centrarán en una sola estrategia, como las marchas, sino también en una amplia gama de planes que van desde alianzas con grupos de base multiétnicos hasta campañas de educación y presión en los distritos de congresistas opuestos a la reforma.

Arrolla tren a emigrante nicaragüense; iba a EU

Un indocumentado nicaragüense murió en Torreón, Coahuila, cuando pretendía abordar el tren para llegar a Estados Unidos, informó el agente del Ministerio Público del Fuero Común Raúl Zamora López .

Zamora López indicó que el accidente ocurrió en los patios de la empresa Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex), ubicados en la avenida Ferrocarril y Coahuila, colonia Primero de Mayo.

Agentes de la Policía Preventiva encontraron a un costado de las vías el cadáver de un hombre, de aproximadamente 25 años, mutilado de ambas piernas.

El centroamericano vestía pantalón verde, playera blanca y chamarra negra y los uniformados encontraron en su ropa, documentos que lo identificaban como Alex Alejandro Gonzaga Vallecillos, de origen nicaraguense.

El funcionario dio fe de los hechos e informó que dio a aviso a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) y continuarán con los trámites legales.