Protesta en Badalona frente a dos pisos con una treintena de rumanos

ABC, 05-02-2007

M. J. F.

BADALONA. Un problema doméstico amenaza con convertirse en una revuelta contra los «pisos patera» en el barrio de la Salud de Badalona (Barcelona), con el colectivo rumano en el centro de todas las quejas. Por segundo día, más de 200 vecinos se concentraron ayer frente al número 90 de la calle Pau Piferrer, donde se produjo la chispa que encendió un conflicto latente.

En los bajos y en el segundo piso vive una treintena de rumanos pertenecientes a varias familias. En el primero reside un matrimonio español. Anteayer, después de varios días con los sanitarios del baño rebosando aguas fecales, el dueño del primero, Jaime Reyes, que achaca la situación a la falta de higiene de sus vecinos de arriba, subió a quejarse.

Según Reyes, no le hicieron caso y la impotencia le hizo salir a la calle en un estado de gran nerviosismo. A medida que se fueron enterando los vecinos, se formó una concentración espontánea que duró casi todo el día. Debido a la presión, el dueño del segundo echó a los rumanos, al menos tres familias, a cambio de 650 euros. Los vecinos aseguran que éstas volvieron ayer y se metieron en los bajos con sus compatriotas.

Ayer, a las siete de la tarde,los vecinos acudieron de nuevo al 90 de Pau Piferrer. Del balcón del primer piso colgaba una pancarta: «Fuera rumanos. No al incivismo. No somos racistas». Los gritos a la misma puerta de los bajos, donde permanecían los rumanos con la luz apagaba, repetían esas consignas y pedían la dimisión de la alcaldesa

El momento de mayor tensión se vivió cuando se acercaron a esa puerta un niño y una niña. Los gritos arreciaron y algunos vecinos se fueron hacia ellos, algo que impidieron policías de paisano. Eran el hijo y una sobrina del dueño del local, que se encuentra en Bangladesh, su país de origen. Acudieron con una denuncia a exigir a los rumanos que abandonen el local. Según explicaron después, los inquilinos les pidieron pasar allí la noche porque tienen niños pequeños y les prometieron que se marcharán esta misma mañana.

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