Escuela, inmigración y cohesión social

Diario de Noticias, 05-02-2007

Así como muchas veces se suele hacer recaer en la escuela más responsabilidad de la que tiene, también la escuela y, sobre todo, sus administradores públicos, tienen a veces la tendencia de decir que un asunto transciende las aulas. Y tienen razón ambas perspectivas porque sociedad y escuela son dos espacios intercomunicados. De hecho, muchas de las cuestiones sociales como el clima de competitividad y violencia tienen un reflejo claro en el aula pero, sobre todo, porque la escuela es un motor clave del modelo social, ya que en ella se forman los ciudadanos y ciudadanas del futuro. En este contexto habría que encuadrar la reciente polémica sobre los criterios de admisión de alumnos y la distribución del alumnado de origen extranjero. Aunque habría que ir ya superando esta etiqueta ya que en todo caso son hijos de inmigrantes, pero son navarros y navarras, no se puede obviar que en bastantes casos, bien por razones idiomáticas, bien por sus características sociales, es un alumnado con unas necesidades educativas especiales. No son un problema en sí mismo (al contrario, son una oportunidad de interculturalidad), sino que puede ser problemático que se produzca una concentración excesiva en determinada red o centro. La solución no es fácil, ya que hay que congeniar el derecho a la libre elección del individuo con el deber de planificación educativa del Gobierno, que tiene que velar por la cohesión social en una escuela equitativa, ya que hoy por hoy, de manera directa o indirecta, todos los centros de Navarra cuentan con financiación pública. Sin embargo, también es cierto que hay mucha hipocresía social que en nada beneficia, ya que muchos de los que defienden esta visión luego no se atreven a matricular a sus hijos en la red pública si hay “demasiados inmigrantes”, y qué decir de centros que, con la boca pequeña, basan su campaña de matriculación en lo contrario. Todos, ciudadanos, educadores y gestores de lo público, deberían tomarse muy en serio un asunto en el que está en juego el futuro de la sociedad y, sobre todo, cambiar el punto de vista. Que unos pocos centros o una red escolarice al 80% de esos niños no sólo puede perjudicarles a ellos (creando guetos escolares) sino sobre todo al alumnado que se educa en la otra parte de centros sin tener contacto con lo que es una realidad social fuera de ellos. ¿Qué tipo de ciudadanos serán en el futuro?

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