Alcorcón intenta volver a la normalidad

Tras los disturbios de la noche del sábado, que se saldaron con cuatro

La Razón, 29-01-2007

Madrid – La localidad de Alcorcón registró ayer un ambiente de total
tranquilidad a pesar de los altercados que se produjeron la noche anterior
entre grupos de jóvenes que lanzaron piedras y otros objetos contra las
fuerzas policiales desplegadas en la zona.
   Este enfrentamiento se
tradujo también en la quema de contenedores, algunos de los cuales aún no
habían sido retirados de la vía pública en el mediodía de ayer. Además, a
pesar de la aparente calma, la presencia policial seguía siendo muy
intensa, tanto en los alrededores del Ayuntamiento y del Centro Joven,
como en la estación de Renfe, con agentes a pie y patrullas en coche,
informa Ep.
   De la presencia de algunos miembros de grupos ultras que
consiguieron acceder al municipio, a pesar de que la policía controló
desde primeras horas de la tarde los accesos por tren y metro, sólo
quedaban algunas pintadas en las paredes de los alrededores del Centro
Joven con sus siglas.
   Pero si la tranquilidad y el sosiego imperaron
en las calles del municipio del sur de Madrid, no ocurrió lo mismo en la
esfera política, donde los disturbios de Alcorcón se convirtieron en la
enésima arma arrojadiza entre PSOE y PP. Y es que, el secretario general
del Partido Socialista de Madrid (PSM) y portavoz del partido en el
Parlamento regional, Rafael Simancas, acusó ayer al Gobierno regional y al
PP de haber «aprovechado la situación» generada por los disturbios
juveniles registrados en Alcorcón para crear «alarmismo y sacar unos
cuantos votos».
   Para Simancas, la actitud del Ejecutivo
autonómico y de los populares en general no ha sido «muy constructiva»
pues, a su juicio, ha consistido en «echar balones fuera y eludir su
responsabilidad para poner patas arriba el sur».
   No tardó en
obtener la réplica. Así, El portavoz del Partido Popular, Antonio Beteta,
acusó a su homólogo socialista de «realizar la enésima calumnia», contra
el PP y el Gobierno regional, por las declaraciones en las que afirmaba
que pretendían obtener un «beneficio político».
   A juicio de Beteta, las declaraciones de Simancas son el resultado de
«la incapacidad del Partido Socialista de Madrid – PSMPSOE – », «del
Ayuntamiento de Alcorcón» «y de la delegación del Gobierno, por no haber
sido capaces de garantizar la seguridad de los vecinos de esa localidad
madrileña».
   A este respecto, el popular señaló que el
Ayuntamiento de Alcorcón «no tomó medidas e incumplió el convenio de la
BESCAM, no cubriendo vacantes de la policía municipal y aún menos de dotar
de refuerzos policiales pertinentes».
   Por su parte, el Foro
Social de Alcorcón, a través de una de sus miembros, aseguró también ayer
que Alcorcón es una ciudad «acogedora, nada xenófoba y nada racista», y en
donde, a su juicio, no se justifica la fuerte presencia policial que aún
hay en la zona.
   

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