"Las bandas de Latin Kings no llegarán a Álava; tenderán a desaparecer en España"

Diario de noticias de Alava, 29-01-2007

“Las bandas de Latin Kings no llegarán a Álava; tenderán a desaparecer en España”

El presidente de Asoleus, durante la entrevista concedida a D.N.A.Foto: david moreno


maría baigorri

vitoria. “No hay Latin Kings en Álava y será difícil que aparezcan en un futuro”. Raúl Rodríguez está convencido de que este tipo de grupos terminará por desaparecer en todo el Estado. El sentido por el que luchan en sus países, la seguridad en su territorio, se borra cuando llegan a España. Según el Observatorio Vasco de Inmigración, de los 16.324 extranjeros empadronados en Álava en 2006, 6.741 son latinoamericanos. Detrás de las cifras, Rodríguez asegura que en Álava no hay racismo, pero sí rechazo en algunos aspectos.

El pasado 21 de enero Alcorcón vivió un duro enfrentamiento entre jóvenes latinoamericanos y españoles. ¿Defensa ante las acciones de Latin Kings o xenofobia?

Creo que racismo no hay, pero puede que existan determinados grupos en España que se están aprovechando del boom que han supuesto las bandas latinas para desprestigiar a los latinoamericanos. De ese modo, se generaliza y se confunde.

El crecimiento de estas bandas, ¿es más mediático que real?

Estos grupos desaparecerán en España; aquí no tienen un motivo por el que luchar. Los jóvenes las crearon en Latinoamérica para proteger su barrio y su familia contra los robos. Aquí no tienen por qué protegerse de nada, no tiene sentido su existencia. Se están dando cuenta de que su objetivo aquí es inútil. Aquí tienen la seguridad por la que luchan.

¿Hay bandas latinas organizadas en Álava?

No, y tampoco creo que lleguen a existir nunca. Quizás ha podido haber alguna pelea puntual en la calle, pero, como grupos organizados, no. Sin embargo, la Policía está estudiando la manera de que no se creen, trabajando en la prevención.

Si no pueden luchar por un territorio, ¿qué función desempeñan aquí?

A pesar de que hace un año los medios de comunicación comenzaron a hablar de Latin Kings, la actividad que realizan en sus países no se parece en nada a la que desempeñan aquí. Las asociaciones latinoamericanas han trabajado mucho para hacer entender a estos jóvenes que no tienen que pelear por nada. Nosotros hablamos con los padres para que convenzan a sus hijos.

¿Se puede reorientar su actividad?

Sí, ellos deberían dar la vuelta al sentido de su grupo y hacer valer su unión para fomentar la integración del colectivo. Son jóvenes que podrían fomentar el diálogo y reorientar su labor hacia nuevas ideas. Además, es preocupante que se identifiquen con todo el colectivo de latinoamericanos.

A primera vista, su integración parece difícil.

Sería más complicado lograrla en lugares pequeños, como Vitoria; en Madrid podría ser más fácil. Por otro lado, creo que estos conflictos no se solucionan sólo con la presencia de la autoridad policial; cada ayuntamiento debe estar en esos barrios para llegar a jóvenes latinoamericanos y autóctonos con el diálogo.

¿Más prevención y menos policía?

Más apoyo por parte de los ayuntamientos. Estas instituciones son las que viven más de cerca el fenómeno de las luchas entre bandas, por lo que el Gobierno central debería ceder más competencias a las localidades.

¿Hay racismo en Álava?

No, pero sí rechazo en cuestiones laborales. Hay trabajos para los que estamos preparados, pero a los que no se nos permite acceder. Supongo que a veces también les pasará a los alaveses, pero en nuestro caso es más frecuente, el rechazo es mayor. Es vergonzoso.

Cuando un latinoamericano busca alquilar un piso, ¿qué se encuentra?

Muchas dificultades. Desde una subida de 100 euros en el precio cuando comprueban la nacionalidad del demandante, hasta exclusiones visibles en anuncios de prensa, pasando por personas que niegan el piso al escuchar la voz de quien lo solicita. Nosotros venimos aquí a buscarnos un futuro, a vivir en paz.

A pesar de todo, ¿merece la pena?

Antes de venir pensé que sería más fácil. Aunque las autoridades afirman que el país está abierto a la inmigración, realmente el día a día es otra cosa. Al principio lo pasé mal; echaba mucho de menos a mi familia, pero con el tiempo todo fue mejor. Además, no he tenido problemas con el piso ni he sufrido racismo.

¿En qué trabaja ahora la asociación?

Hemos creado una bolsa de empleo. Nos dimos cuenta de que había determinados trabajos, como la hostelería, en los que crecía el número de inmigrantes. Los establecimientos interesados nos llaman y así facilitamos el acceso de los latinoamericanos a un empleo. Por otro lado, organizamos cursos de capacitación laboral y también hacemos de intermediarios para facilitar un alquiler. Los interesados en formar parte de la asociación, que cuenta con aproximadamente 170 socios, pueden llamar al teléfono 637 89 40 17.

¿Cuándo llegará una normalizada mezcla de culturas?

La verdadera integración puede comenzar ahora, en los colegios alaveses, con la convivencia entre niños autóctonos y extranjeros. Pero siempre será necesaria la educación en ese sentido, tanto en los centros como desde la familia de los pequeños.

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