«Tenemos miedo a salir a la calle»

Los comerciantes se apostaron a las puertas de sus negocios para que no

La Razón, 28-01-2007

Alcorcón – «Esto es un estado policial. Da miedo salir a la calle. Y lo
peor es que es por nada, porque lo único que hacen los antidisturbios es
perseguir a niños de catorce años. Los pandilleros están en su casa
calentitos. No creo que sean tan tontos de venir hoy por aquí». Javier
trabaja de portero en un bloque de pisos y, como muchos vecinos de
Alcorcón, ayer vigilaba desde el portal el desarrollo de los disturbios.
«Esto tiene difícil solución porque cuando deje de salir en la tele el
pueblo se va a ir toda esta policía y van a volver las pandillas, que las
hay y desde hace muchos años, no es algo nuevo. Con lo que el despliegue
no va a servir para nada», explicaba Fernando, un vecino del bloque.
   En cada número de cada calle, viejos y jóvenes se enganchaban en
discusiones sobre el racismo. Desde los balcones, otros coreaban o
abucheaban la acción de la Policía. Los menos, recorrían la calle
rápidamente en dirección a sus hogares.
   María se lanzó a
la calle. Buscaba desesperadamente a su hija adolescente. «Da miedo ir por
la calle. Estoy muy preocupada porque no sé si han pegado a mi hija o algo
así. Los ánimos están muy caldeados. No sé con quién tener más miedo. Unos
rumanos me han estado insultando. Me han dicho que los españoles somos
unos hijos de puta y que estaban cansados de nosotros. Y los policías han
sido unos animales. Han detenido a un chico que estaba haciendo el cafre
de una manera muy violenta».
   Mientras, los comerciantes se
apostaban en las puertas de sus comercios para evitar destrozos como los
de la semana pasada. Sobre todo, los de los inmigrantes. Li – Xian tiene un
autoservicio en el pueblo y durante toda la semana ha cerrado pronto para
evitar ningún tipo de ataque sobre su negocio. «Los vecinos adultos nos
han dicho que no nos preocupemos, pero el otro día los chavales
destrozaron los escaparates de varias tiendas de extranjeros y tenemos
miedo. Yo tengo aquí a la familia y a mis tres hijos y no quiero que les
pase nada», explicó. Antonio tiene una autoescuela y ayer, a las nueve de
la noche hacía guardia en la puerta de su negocio. «Estoy alucinado del
despliegue policial que tiene la policía en el pueblo. Podrían haber
venido en Navidades que hubo un montón de robos en comercios. Pero claro,
como no salió en los medios de comunicación, parece que no importa. Ahora
por las peleas de los chavales tenemos más seguridad que nunca. Lo que me
indigna es que sabían que había bandas, y que ahora digan que sólo son
algunos chicos exaltados».
   

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