Unas 600 personas participaron anoche en una concentración en la plaza del Mercadal de Reus, organizada por la comunidad magrebí de esta población, en protesta por el fallecimiento de Yahayaoui Bennaïssa, de 39 años, tras ser reducido en la calle por los Mossos d’Esquadra la madrugada del pasado martes. La protesta finalizó con la lectura de un manifiesto para pedir el esclarecimiento de los hechos.
Aunque los resultados preliminares de la autopsia han revelado que el óbito se produjo por causas naturales, posiblemente por un ataque de epilepsia, los manifestantes exigieron una investigación y nuevas prácticas forenses. Los amigos de la víctima admiten que sufría trastornos psicológicos por los que había recibido tratamiento, pero creen que “no se hizo todo lo posible para evitar su muerte”, afirmó uno de ellos. La familia de Bennaïssa se ha personado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Reus, que lleva el caso, como acusación particular.

MALESTAR
El abogado de la familia, Gerard Amigó, ha explicado que el dictamen de la necropsia no es definitivo. “No descartamos solicitar un nuevo análisis”, dijo ayer. También pedirá que se interrogue a los agentes de los Mossos y de la Policía Nacional que participaron en la identificación de Bennaïssa cuando discutía dentro de un vehículo con varios compatriotas. La versión oficial es que reaccionó violentamente y los policías intervinieron para esposarlo y evitar posibles lesiones.
Mohammed El Amri, uno de los convocantes de la protesta, explicó que este trágico acontecimiento ha hecho aflorar el malestar de los inmigrantes ante lo que consideran acoso policial. “No te respetan, te piden la documentación con desprecio y nos tratan como a delincuentes”, explicó. El colectivo ha interpuesto en los últimos meses una decena de denuncias por presuntos malos tratos policiales. El alcalde, Lluís Miquel Pérez (PSC), que el viernes se entrevistó con representantes de los magrebís, se felicitó ayer por el civismo mostrado en la concentración de duelo.