La Policía evita disturbios en una nueva concentración de jóvenes en Alcorcón

Diario de Navarra, 28-01-2007

Más de 300 agentes de la Policía Nacional y Local blindaron ayer las calles y los accesos de Alcorcón (Madrid) para evitar que se reprodujesen las graves algaradas y disturbios ocurridos el fin de semana pasado. Un grupo de jóvenes cruzó contenedores y lanzó piedras y otros objetos contra las patrullas, pero los incidentes no fueron a más.

Hacia las seis de la tarde, varios jóvenes con los rostros tapados con capuchas y bufandas lanzaron a los agentes piedras, adoquines y otros objetos cerca del parque de la Paz. Minutos después se reprodujeron los hechos en la cercana plaza del 4 de Noviembre. En ambos casos, los antidisturbios dispersaron a los jóvenes sin que se produjeran detenciones. Algunos jóvenes se enfrentaron también con varios reporteros y fotógrafos.

“Operación jaula”

La Delegación del Gobierno prohibió cualquier concentración y manifestación en Alcorcón durante el fin de semana y puso en marcha desde el viernes y hasta el domingo un plan «de carácter preventivo y disuasorio», que prestó especial atención a la reunión de ultraderechistas convocada el sábado por la tarde, sobre las siete, en esta localidad, alentada durante la semana a través de foros de internet y mensajes de móvil.

Prácticamente a la misma hora, se celebró una pequeña concentración pacífica de signo contrario. Fueron unos 50 vecinos con pancartas y lemas a favor de la convivencia en paz y contra el racismo.

Patrullas de seguridad ciudadana, grupos antidisturbios y miembros de paisano de los servicios de información, con el apoyo de un helicóptero, fueron desplegados por la Policía para garantizar el orden en el municipio madrileño. Otras unidades de Policía Nacional y Guardia Civil estuvieron en alerta y preparadas para acudir a la ciudad del sur de Madrid en la que residen 175.000 habitantes si la situación lo hacía necesario. Las fuerzas de seguridad controlaron todos los accesos a la población – estaciones de metro, cercanías y autobús y carreteras – y los principales puntos de reunión juveniles, así como el ayuntamiento y el parque que rodea el Centro Joven, lugar de la reyerta con heridos del sábado pasado. Los agentes se dedicaron a identificar a cualquier grupo sospechoso y a controlar que no portaban armas o emblemas de bandas u organizaciones entre el contenido de sus mochilas y bolsas.

El despliegue de seguridad y el miedo a enfrentamientos callejeros hicieron que sábado por la tarde transcurriese en la ciudad entre una calma tensa, con menos personas de lo habitual por las calles y con numerosos comercios cerrados por su propietarios como medida de precaución.

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