-LOS VECINOS LEYERON UN MANIFIESTO CONTRA EL RACISMO-

Piedras y carreras en Alcorcón

El Mundo, 28-01-2007

ALCORCON. - Si algo hubo anoche en las calles de Alcorcón fueron carreras. Parque arriba, parque abajo, mucho grito de «¡Hijos de puta!» a las decenas de policías antidisturbios desplegadas por el municipio y algunos incidentes fuertes pero aislados, donde al menos hubo cuatro detenidos. La tarde comenzó más tranquila, con una concentración pacífica de vecinos frente a las canchas donde el pasado fin de semana hubo una grave reyerta y disturbios con la Policía. Hacia las 18.00 horas de ayer, jóvenes y adultos de Alcorcón se congregaron en unos columpios para leer un manifiesto contra el racismo y la intolerancia. Durante los primeros minutos todo transcurrió con mucha calma. Las canchas de la discordia tenían muchos más periodistas (cerca de un centenar de todos los medios de comunicación) y también numerosos policías nacionales y municipales. No hubo vecinos hasta la concentración para leer el manifiesto.


Un rato después comenzaron a llegar jóvenes de todas partes. La gran mayoría iba con gorras, capuchas y bufandas que les cubrían la cara (como van siempre, por otro lado). A partir de ese momento, los agentes antidisturbios se prepararon para cargar. Los jóvenes superaban el centenar, y en su gran mayoría tenían menos de 18 años.


Casi todos comenzaron a bajar hacia el parque de la Paz, que está muy cerca de las canchas. Los policías y periodistas los siguieron hasta allí, donde se produjeron las primeras algaradas. Mientras los agentes avanzaban hacia ellos, hubo algunos petardos y cayeron unas pocas piedras, que no alcanzaron a nadie. Los policías empezaron a correr detrás de los chavales, que a base de mantener la distancia siempre estaban lejos. Serían poco después de las seis, y todavía quedaban horas de carreras por todo el barrio y algunos disturbios más graves que llegaron a la violencia.


El parque de la Paz fue el escenario de las primeras carreras entre la Policía y los jóvenes. Muchos chavales, sólo por divertirse, gritaban y salían corriendo. Eso la mayoría. En cambio, unos pocos perdieron los papeles y arrojaron piedras a los agentes, que al principio se contuvieron en usar las porras.


Más tarde, después de más de una hora de carreras entre el parque y las calles aledañas, que están llenas de recovecos, las furgonetas de los antidisturbios se reagruparon en la calle del alcalde José Aranda, la que lleva directa a las canchas y el parque.


Entonces, hacia las 20.30 horas, un joven encapuchado llegó con un cascote de cemento inmenso y se lo arrojó a una furgoneta de policía. Fue en la confluencia de Alcalde José Aranda con Porto Cristo. El vehículo paró, se bajaron los agentes, varios vecinos se pusieron a gritar… Y al final uno que no tenía nada que ver se llevó un porrazo en la cabeza. Eso hizo que varios vecinos, entre ellos algunas personas mayores, se exaltaran con los agentes. Otro chaval llegó y tiró una piedra a un policía, y aunque le dio no le hizo nada.


En las esquinas


Durante unos minutos, los policías se fueron concentrando en la zona de la revuelta. Varios chavales aprovecharon la protección de las esquinas para arrojar piedras y alguna que otra botella hacia los agentes, sin provocar heridos.


Un señor mayor se encaró con los policías, recriminando que no haya tantos para evitar la delincuencia como para controlar a un grupo de menores. Montones de vecinos de Alcorcón echaban la culpa de lo que estaba sucediendo a los medios de comunicación: «¡Manipuladores! ¡Contad la verdad!», gritaban. Todos hacían hincapié en que se ha hablado mucho de racismo, cuando en esa ciudad no lo hay. Algunos de los más jóvenes y alterados sí tenían ganas de buscar Latin Kings, por los que en teoría han empezado estos días de jaleo. Ayer, sin embargo, no se veía ni un solo latinoamericano por todo Alcorcón.


Hasta las 22.00 horas por lo menos, las carreras continuaron y los policías llegaron a utilizar la fuerza en algunas ocasiones. De todas formas, la mayor parte de la noche transcurrió tranquila porque los jóvenes y los agentes mantuvieron la distancia entre sí.


Sólo hubo algunos casos en los que se produjeron verdaderos incidentes. En la avenida de Leganés, una arteria de Alcorcón cercana al lugar de las carreras, hubo un detenido, que al parecer había roto el cristal de un coche patrulla.


La Policía arrestó al menos a cuatro jóvenes, uno de ellos mayor de edad. Además, hubo un momento en que pegaron a un chaval que sólo estaba curioseando. «Yo quería coger una de las pelotas de los antidisturbios para quedármela de recuerdo. La gente ha salido corriendo y a mí me han confundido y me han pegado», decía al salir de la furgoneta donde fue identificado. Poco antes de esto, el mismo joven que se había llevado un porrazo en la parada del autobús recibió otro golpe, esta vez en la pierna. «Al final van a conseguir que yo también me ponga a tirar piedras. Estoy hasta los huevos», se quejaba.


Y de las dos concentraciones desautorizadas de ultraderechistas y antifascistas, ni rastro. Lo de ayer eran chavales de barrio.


Por la tarde, tiendas cerradas; por la mañana, peticiones parroquiales


La mayoría de los comercios y bares de los alrededores de las canchas deportivas cerraron a mediodía ante la posibilidad de que se produjeran altercados. Muchos comerciantes señalaron que es «indignante» que tengan que cerrar bares, tiendas de ropa, zapatos y complementos, o establecimientos de alimentación ante una convocatoria de colectivos que, a su juicio, «sólo pretenden liarla», según informa Efe.


«El pasado domingo pasé miedo y esta vez prefiero cerrar a pesar de que eso suponga unas importantes pérdidas para mí, ya que el fin de semana es cuando más vendo», señaló la dueña de una pastelería que, añadió: «Sólo queremos que este barrio vuelva a la normalidad que siempre hemos tenido».


Varios bares de la zona, cuyos clientes hablaban sobre lo que estos días está ocurriendo en Alcorcón, también aseguraron que iban a cerrar alrededor de las 17.00 horas: «No queremos que entre ninguno de los que hoy van a venir a concentrarse porque seguro que buscan problemas».


La mayoría de los vecinos y comerciantes coincidieron en que gran parte de los jóvenes que pretendían concentrarse en Alcorcón, iba a venir de fuera de la ciudad. «No quedará reflejada la verdadera juventud de Alcorcón, que en su mayoría está en desacuerdo con el lamentable espectáculo de estos días», decía la mujer.


Por otra parte, las 10 parroquias de Alcorcón leerán en las misas de hoy un comunicado conjunto en el que lamentan las reyertas del pasado fin de semana en la localidad y en el que piden a los feligreses que «no respondan a la violencia».


El Arciprestazgo de Alcorcón ha redactado este comunicado después de desestimar su participación en un documento que ha preparado el Ayuntamiento, con el fin de salvaguardar su independencia, según informó el Arzobispado de Madrid. El arcipreste de la localidad y párroco de Santa María La Blanca, Guillermo del Corral, asegura que el ambiente que se respira en las calles de la ciudad es de «tranquilidad», aunque admite que hay «tensión» por los acontecimientos de este fin de semana, informa Servimedia.

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