Un vuelo de la Fuerza Aérea Ecuatoriana procedente de Costa Rica arribó ayer con el grupo de 44 ecuatorianos interceptados en alta mar, mientras intentaban seguir la ruta hacia Estados Unidos.

En comunicado, el Ministerio de Gobernación, Policía y Seguridad Pública de Costa Rica reveló testimonios de los 57 frustrados viajeros, entre ellos los 44 ecuatorianos, quienes contaron conmovedoras historias de la odisea vivida, mientras eran trasladados al sector Puntarenas, tras ser rescatados en altamar.

Difícil trayecto
“El trayecto fue muy difícil, pues nos metieron en un compartimiento donde está el motor de la embarcación. Pasamos día y noche sin salir de ahí, porque nos indicaron que nos podían divisar, entonces no llegaríamos al norte”, manifestó uno de los ecuatorianos a las autoridades de Costa Rica.

En el testimonio el migrante relató que “permanecíamos en una sola posición; en los glúteos tenemos ampollas de estar sentados y del calor tan sofocante, pero pensábamos que todo valía la pena con tal de llegar a un país en el que podríamos mejorar nuestra vida y la de nuestras familias”.

El migrante, oriundo del cantón Naranjito, señaló que no volverá a arriesgar la vida en otro viaje.

“Nos uniremos para buscar recursos en la misma población. Hemos pensado en comprar una moto taxi, otro continuará con su barra (cantina) y otro con su venta de repuestos y lavandería de vehículos, aunque en el Ecuador no dejan mucho dinero, al menos podemos estar tranquilos y cerca de nuestras familias”.

Sacrificio
María Elena Torres, una peruana y ama de casa, dijo que con sacrificio ahorró nueve mil dólares para viajar con su hermano.

“En mi país los coyotes están por todos lados, nos paran ofreciéndonos el viaje como si fuera un crucero. De esta manera acepté viajar al Ecuador, donde nos hospedaron en una finca muy alejada”, contó la mujer a las autoridades.

Agregó que al anochecer, los transportaron en un camión de carga cerrado hacia la playa, desde donde los colocaron en grupos en una lancha pequeña hasta la embarcación llamada El Intrépido, la cual, según les dijeron, los iba a llevar al norte.

El grupo de extranjeros estuvo en el Albergue de Migración y Extranjería en Hatillo, San José.

Partes de otras naves
Oficiales del Guardacostas costarricense indicaron que lograron salvar a tiempo a los indocumentados y que en el trayecto en el mar encontraron partes de otras embarcaciones, que “quizás nunca llegaron a su destino, y que tal vez, como el grupo de migrantes rescatado buscaban un mejor futuro, pero no tuvieron la suerte y nunca cumplieron su sueño”.

Se trata del primer grupo de ecuatorianos detectados que han sido detenidos en su intento por seguir, vía marítima, la ruta clandestina hacia Guatemala y posteriormente a Estados Unidos.