Cuarenta y cuatro migrantes ecuatorianos, que sobrevivieron a una odisea de nueve días en altamar, retornaron ayer al país.

El avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), enviado por el Gobierno a Costa Rica, los trajo de vuelta, al fracasar en su intento de llegar a Estados Unidos.

Hacia las 18:00 arribaron al aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de esta ciudad. Ellos fueron recibidos por el propio presidente de la República, Rafael Correa, y autoridades de la Cancillería ecuatoriana.

Los 44 migrantes, de los cuales nueve eran menores de edad, fueron devueltos al país bajo la figura jurídica “de rechazo”.

Los migrantes dijeron que los coyoteros cobraban 10.500 dólares a cada uno para llevarlos hacia Estados Unidos.

Al ver que varios de los migrantes se tapaban el rostro, el presidente Correa les pidió que no tuvieran vergüenza, que más bien los que deberían tenerla son los políticos.

Además, les dijo que no perdieran la esperanza de un futuro mejor dentro del país.

Los migrantes solicitaron a Correa oportunidades de trabajo.

Las autoridades costarricenses no los deportaron por consideraciones humanitarias, ya que ellos no llegaron por voluntad propia a tierra tica.

Entre los compatriotas se encuentran 28 de Cuenca, 11 de Guayas, 3 de Quito, 1 de Macas y otro de Campala (Cañar), quienes fueron albergados en el Centro de Aseguramiento de Extranjeros en Tránsito, en el sector de Atillo, en San José, donde recibieron comida y prendas de vestir.

Unos manifestaron estar felices de regresar al Ecuador con vida; mientras otros expresaron su esperanza de volver a intentar el viaje ilegal.

Los migrantes comentaron que los coyoteros les ofrecieron cumplir su sueño americano llevándolos a Guatemala primero y luego hacia los Estados Unidos. El viaje les iba a costar alrededor de 10.500 dólares a cada uno.

Viajaban peruanos
En la embarcación El Intrépido también viajaban cinco ciudadanos peruanos de los cuales, todavía hasta ayer, no se conocía cuál sería su destino, pero existen presunciones de que estos estaban involucrados en el coyotaje y que querían hacerse pasar por migrantes.

Contrariamente a lo realizado por las autoridades ecuatorianas, sus similares peruanas no habían dado ninguna respuesta a Costa Rica para ayudar a sus compatriotas.

Los presuntos coyoteros serían Andrés Cruz Rodríguez y Luis Alfredo Rodríguez Obregoso, informó Ana Eugenia Durán, viceministra de gobernación de Costa Rica.

10.500 dólares era el costo que debía pagar cada uno de los migrantes a los coyotes para llevarlos primero a Guatemala y luego hacia los Estados Unidos.