La amenaza de expulsión desaparece para 3.000 rumanos y búlgaros sin papeles residentes en Málaga

La entrada de estos dos países en la Unión Europea les permite su estancia legal, aunque tendrán límites para acceder al mercado laboral Durante los próximos dos años, si desean trabajar en España, deberán conseguir un contrato desde sus naciones de origen

Diario Sur, 05-01-2007

Año nuevo, vida nueva. Más o menos. Desde el 1 de enero, Bulgaria y Rumanía forman parte de la Unión Europea, por lo que los súbditos de ambos países ya pueden residir legalmente en España. De esta forma, el futuro se despeja para los más de 3.000 rumanos y búlgaros que viven en Málaga de forma clandestina.

Este dato se obtiene al cruzar las cifras oficiales de residentes de ambas nacionalidades en la provincia – que se extrae de los distintos padrones municipales – y que suman más de 5.500 personas, con el de trabajadores regularizados en Málaga en el reciente proceso extraordinario (2.400), y que hizo públicos en su día el Ministerio de Trabajo.

Pueden respirar tranquilos. Pero sólo en parte. El Gobierno ha establecido una moratoria de dos años para que puedan acceder al empleo en las mismas condiciones que el resto de países de la Unión, al objeto de evitar – según Trabajo – un hipotético aluvión de mano de obra.

La instrucción que regula su situación legal en España fue aprobada por el Ministerio el 26 de diciembre y se recibió el pasado miércoles en la Oficina de Extranjería de Málaga. Es similar a la que se aplicó en mayo de 2004 para otros diez miembros recién incorporados a la UE (aunque con las miras puestas sobre todo en el principal de ellos, Polonia).

Estancia legal

La parte positiva es la que se refiere a su estancia en Málaga. La entrada en Europa supone ya su consideración como residentes legales a todos los efectos, salvo para acceder al mercado laboral. Pueden estudiar o retirarse, como tantos otros europeos «ricos», en la Costa del Sol, pero no trabajar. «A los que estaban sin papeles no se les puede expulsar, la situación de irregular ya no se les aplica porque pertenecen a la UE», explican fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Isabel Díaz, abogada de la ONG Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) que asesora a los inmigrantes sobre el cauce que deben seguir para su regularización, corrobora este punto. «Sucede ahora igual que hace dos años con los otros 10 países de la UE de la anterior ampliación, que tuvieron dos años de moratoria, y terminó el 1 de mayo de 2006».

Respecto a los ciudadanos que se encuentren en situación irregular, Díaz afirma que pasarían a ser residentes legales, en virtud de la libertad de circulación. «No tiene sentido una orden de expulsión, las que ya existen serán revocadas y las que están en curso, archivadas».

Opción de trabajar

Entonces, ¿qué opciones tienen de trabajar legalmente? La Oficina de Extranjería ha recibido ya numerosas demandas sobre esta cuestión. De acuerdo a las directrices del Gobierno, si quieren ser contratados por una empresa la situación sería igual a la del año pasado, con lo que necesitarían una oferta de trabajo, tramitar el visado desde Rumanía o Bulgaria, y volver. Sin embargo, algo ha mejorado, pues hasta finales de diciembre se tenía en cuenta la situación nacional del empleo – si un español está optando a ese puesto tiene preferencia – y ahora ya no. En la práctica, esto supone un escollo menos para las solicitudes, que ya no se podrán denegar por esta causa.

«Para el que esté en Rumanía o Bulgaria y quiera venir a trabajar a España será de aplicación la Ley de Extranjería, igual que el año pasado», sintetizan fuentes de la Subdelegación. «Los que residan en España y tengan concedido el permiso de trabajo serán como el resto de comunitarios».

Laguna legal

Ahora bien, ¿qué ocurre con los que estuvieran en situación irregular en España y sin permiso laboral antes del 1 de enero? En este punto, los expertos consultados reconocen que existe un vacío legal. «En principio, tienen que pedir un permiso de residencia y luego de trabajo. Lo lógico sería unificarlo todo, pero Madrid no lo ha aclarado todavía».

Para Isabel Díaz, de MPDL, una opción segura sería trabajar por su cuenta, ya que la entrada en la UE contempla la libertad de empresa. «Pueden ser autónomos, darse de alta en este régimen y pedir la tarjeta comunitaria».

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