POR ALFONSO ARMADA

FOTO: DANIEL G. LÓPEZ

MADRID. Nacida en Londres hace 45 años, ha pasado 13 explicando África desde Nairobi en periódicos como el «Financial Times». A la rigurosa reportera Michela Wrong le abruma un sentimiento de potencial desperdiciado: «Es trágico el fatalismo africano, el aplastamiento de muchas ambiciones. Hay una gran sensación de pasividad en países malamente colonizados, una aceptación del fracaso y la derrota».

Ahora escribe una columna para «The New Statesman» y libros como los que publica en España Oxfam Intermón: «No lo hice por ti. Cómo el mundo traicionó a una pequeña nación africana», una apasionante cala en la solitaria lucha de Eritrea por su independencia tras la traición de la ONU. Ejemplo admirable de periodismo de investigación, lo mismo cabe decir de «Tras los pasos del señor Kurtz. El Congo al borde del colapso», donde relata la destrucción del Congo a manos de Mobutu. Aunque pensaba que había sistemas coloniales más feroces o incompetentes que otros – «el belga y el portugués parecían llevarse la palma» – , los años en Kenia le han hecho reconsiderar su impresión y su nuevo libro estará dedicado a la ex colonia británica, donde la corrupción es endémica.

En su libro sobre Eritrea recuerda a los millones de emigrantes italianos, y la necesidad de buscar una colonia para absorber el excente de mano de obra. El Cuerno de África pareció idóneo. Le desconcierta el rechazo europeo hacia los que ahora llegan: «En el Reino Unido estamos también obsesionados con la inmigración. Las cifras seguirán siendo grandes por la abismal diferencia de nivel de vida entre Europa y África, más grande que nunca. Ésa es una de las razones por las que escribo libros: porque nuestro desconocimiento de África nunca ha sido tan grande. Carecemos de contexto para situar lo que ocurre y por eso resultan aún más estremecedores los episodios de violencia extrema. A eso hay que añadir un periodismo cada vez más perezoso y superficial. Los directores no están dispuestos a dar más espacio. Hemos dejado de educar a la gente, nos dedicamos a entretener y divertir al público. Todo parece restringido a opinión y pasión. Nadie quiere información neutral. Estamos incumpliendo nuestra misión. Pero ésa es la tendencia general».

La llegada de nuevos líderes a Uganda, Ruanda, Etiopía y Eritrea, celebrada por Clinton como «nuevo renacer africano», acabó en fiasco. A Wrong le apena la deriva eritrea: «Las tentaciones del poder son inmensas. Una vez están en la cima, se eternizan. Museveni declaró que ningún líder africano debería permanecer en el poder más de diez años, y él lleva dos décadas en Uganda. Hace poco le pregunté por sus propias palabras y me dijo que no había nadie en quien confiar. No se preocupan de crear instituciones que eviten que se conviertan en jefes perpetuos. En el caso de Eritrea tienes a un líder guerrillero, Isaias Afeworki, que gobierna como dirigía una organización guerrillera. Nunca se adaptó a la vida civil y ha convertido al país en una máquina militar».

Autora de ensayos sobre Eritrea y Congo, Michela Wrong dice que «el desconocimiento de África nunca ha sido tan grande», y le abruma el potencial desperdiciado: «Es trágico el fatalismo africano»

La periodista británica Michela Wrong, autora de «No lo hice por ti» y «Tras los pasos de Kurtz», el martes pasado en Madrid