Patricia Villarruel y Jaime Cevallos | MADRID-BARCELONA

Están inscritos para el sufragio 142.664 inmigrantes. En la mayoría de ellos se refleja desinterés por los comicios; dicen no creer en los políticos por quienes se “vieron obligados” a abandonar el país.

En medio de un ambiente matizado de apatía, desinterés, pero también de esperanza y expectativa, 142.664 inmigrantes ecuatorianos, que se han inscrito en 61 consulados de 42 países, se presentarán ante las urnas para participar en las elecciones que definirán al próximo presidente ecuatoriano.

Rolando Gaete cree en el poder del voto en el exterior. El ecuatoriano, oriundo de Milagro, regenta un locutorio en Colmenar. Cuando el Consulado inició el proceso de empadronamiento, su establecimiento se convirtió en base de operaciones para inscribir a unos 2.000 inmigrantes residentes en esa localidad cercana a Madrid.

Las referencias de los candidatos llegaron a los inmigrantes a través de la línea telefónica.

El 15 de octubre, Gaete dio su apoyo a León Roldós. Hoy dice que tiene claro la casilla que signará. Mientras, Mireya Almache señala que se inclinaría por el voto nulo, aunque afirma “es posible que el momento del sufragio termine por dar el voto a uno de los candidatos, al menos malo”.

Telmo Mendoza, guayaquileño, repetirá el ritual que cumplió en la primera vuelta. “Ya sabemos que no hay sanciones, pero es un acto cívico”, responde. No falta quien apenas demuestra interés en el proceso como Pablo Villavicencio, quien prefiere dedicar el día a compartir en familia que a sumar horas en “filas interminables”.

Marco Cevallos, presidente de la Asociación de Latinoamérica Unida, de Totana, cree que esta reacción se produce porque “ha calado el mensaje de que el voto es voluntario y no acarrea multas”. En su opinión, las dificultades en el traslado desde las diferentes localidades murcianas hasta el recinto ubicado en el Campus Espinardo, de la Universidad de Murcia, “retraerá a muchos de asistir”.

Los electores contarán con una línea de autobús, con salidas cada diez minutos, para dirigirse hasta los aularios, ubicados a 3 kilómetros de la ciudad.

Marcos Martínez, de la Asociación de Ecuatorianos Rumiñahui, de Elche, comparte esta opinión. “Muchos compatriotas deben ir hasta Murcia o Valencia y eso les supone un gasto adicional y pérdida de tiempo”.

Lenyn Duque, director de radio Sensación en Murcia, percibe “cierto hartazgo” de los oyentes sobre el tema. En la emisora se informa de los detalles del proceso, pero "resulta evidente que al desmontar el rumor sobre las multas de hasta 1.000 euros ($ 1.270) se han frenado las consultas.

En Barcelona
Un total de 16.703 ecuatorianos de los 95.000 que, según cifras oficiales, residen en Barcelona están convocados hoy al Palacio Olímpico del Valle de Hebrón para los comicios presidenciales.

El proceso llega a su final en medio de un ambiente frío, donde el resentimiento ha reemplazado al fervor cívico que en teoría debería caracterizar a la jornada electoral.

“No quiero saber nada de todos esos políticos, que deberían avergonzarse de pedir el voto. Ellos son los responsables de que miles de ecuatorianos estemos fuera del país, autoexiliados para no morir de hambre”, aseveró la guayaquileña Silvia Coello Gómez.

“Hemos emigrado miles de profesionales que, en lugar de estar ejerciendo nuestras profesiones en Ecuador junto a nuestras familias e hijos, estamos aquí condenados a limpiar escaleras y pisos”, señaló.

Alejandra Alcívar, oriunda de Santo Domingo de los Colorados, explicó que no tiene ninguna intención de sufragar porque, tanto en su país como en España, ha notado el poco interés que tienen las autoridades por su gente.

Tito Yesa Castro, un vendedor ambulante procedente de Quevedo, dice que hoy sufragará tal como lo hizo en la primera vuelta electoral, “pero solo por tener el certificado y evitar el pago de la multa”. “En el Consulado dicen que no hay multa, pero yo no les creo, porque siempre nos han mentido”, recalcó Yesa.

INMIGRANTES

Ecuatorianos aprovechan para vender comida típica en Italia
La masiva presencia de los inmigrantes ecuatorianos en el último evento electoral en Génova se convirtió sin duda en el espacio apropiado para la realización de actividades al margen de los comicios como ya ocurrió el pasado 15 de octubre, y que sin duda se repetirá con mayor fuerza hoy.

Los ecuatorianos se hicieron presentes para vender una variedad de productos como comida típica, bebidas y alimentos, entre ellos el plátano y la yuca. A esto se suma la distribución de hojas volantes con anuncios de restaurantes, empresas que hacen transferencias de dinero, préstamos para comprar casas en Italia y Ecuador.

Italianos al pie de recintos en busca de donantes de sangre
Algunas organizaciones italianas aprovechan esta coyuntura para realizar encuestas sobre el tema migratorio.

En Génova, dos vehículos especiales de una asociación de donantes de sangre (AVIS) estarán por segunda ocasión al ingreso del recinto electoral para solicitar la donación de sangre a los ecuatorianos, aprovechando su masiva presencia.

En el proceso anterior lograron recoger las muestras de 30 donantes, la mayoría varones. “Esta experiencia ha sido agradable para nuestra organización ya que se enmarca dentro de la integración de los extranjeros”, dice Dayana Cenci, funcionaria del AVIS.

Se reitera que el voto no es obligatorio y no habrá multas
En los diversos consulados ecuatorianos se ha insistido en que solo deben acudir a los recintos electorales indicados los inmigrantes que se empadronaron, ya que no se entregarán certificados de haberse presentado en la mesa electoral.

También se ha recalcado que el TSE resolvió no cobrar multas a los ecuatorianos residentes en el exterior, de tal manera que ningún inmigrante está obligado a presentar certificado alguno una vez que vuelva al país.

Los inmigrantes deben acercarse hasta las juntas receptoras del voto con el pasaporte o cédula original, no se aceptarán otros documentos.

Desconfianza entre migrantes residentes en Estados Unidos
Algunos compatriotas residentes en Nueva York y Nueva Jersey revelaron su desconfianza hacia el TSE por los incidentes ocurridos en la primera vuelta. “Pese a todo, voy a sufragar porque creo que es una responsabilidad cívica. He visto en la televisión el engaño de muchas ofertas electorales y la compra de votos”, dijo Eduardo Barrera, quien llegó hace 38 años.

“Del tema de los inmigrantes he escuchado poco. Necesitamos propuestas claras que nos indiquen si nos van a dar oportunidades para que regresemos y podamos vivir con seguridad donde nacimos”, dijo Arturo Gago, ex futbolista y compañero de Alberto Spencer.

Algunas asociaciones de migrantes manejaron campaña
La actividad proselitista de los candidatos estuvo manejada por algunas de las organizaciones de migrantes.

En Roma, por ejemplo, el presidente de la Asociación Galápagos tomó parte por el candidato Rafael Correa, igual ocurrió con la Asociación Mitad del Mundo, de Milán. En Génova, en cambio, las dos asociaciones existentes apoyaron por separado a cada uno de los candidatos.

En Madrid, Max Íñiguez, líder del Movimiento de Emigrantes Ecuatorianos, proclamó su preferencia por el candidato de Alianza PAÍS y contó con apoyo en Madrid, Valencia, Murcia, Valencia, Navarra, Huesca o Zaragoza.