Los extranjeros en Euskadi

La población extranjera empadronada en Euskadi crece un 41% en los últimos dos años

De los 83.547 inmigrantes censados, 26.000 carecen de la autorización de residencia y trabajo

El País, 26-11-2006

La cifra de extranjeros empadronados en Euskadi, a fecha 1 de enero de 2006, ascendía a 83.547 personas y representa ya casi el 4% de la población total de esta comunidad autónoma. Entre 2004 y 2006, la población inmigrante creció en casi 25.000 personas, lo que supone un incremento del 41%, según el último informe del Observatorio Vasco de Inmigración, que toma datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La progresiva afluencia de extranjeros ha tenido una repercusión demográfica directa y está consiguiendo contrarrestar la constante pérdida de población autóctona en los últimos años. Si entre 1998 y 2006, la población nacional se redujo en 35.829 personas, en el mismo periodo el número de habitantes del País Vasco creció en 32.520, gracias en gran parte al efecto migratorio, que aportó 68.349 nuevas personas al padrón.

Una visión al detalle de la inmigración en Euskadi permite comprobar que sólo hay seis municipios vascos Arakaldo en Vizcaya, y Arama, Gaintza, Baliarrain, Orendain y Gaztelu en Guipúzcoa en cuyos padrones no figura ningún extranjero. La gran mayoría se concentran en las tres capitales: Bilbao cuenta con 19.867 inmigrantes; San Sebastián, con 9.867, y Vitoria, con 15.111, según el padrón de 2005, el último actualizado por municipios.

El retrato de la extranjería ofrece cifras “muy bajas” en Euskadi con respecto a la media nacional, constata Xabier Aierdi, codirector del Observatorio Vasco de Inmigración. Si en el conjunto de España representan el 8,7% de la población, en Euskadi supone el 3,9%. “Es una cantidad asumible”, opina Javier Galparsoro, presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Euskadi. “En esta comunidad no existe la sensación de inseguridad ciudadana que se da en otras regiones. Aquí tenemos una situación privilegiada, por las ayudas de emergencia y prestaciones que se conceden a estas personas estando incluso sin regularizar”, añade.

Tanto Aierdi como Galparsoro se muestran muy escépticos con el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que arrojó el siguiente resultado: la inmigración es el principal problema para el 59,2% de la población española. Por primera vez, supera en la clasificación de las preocupaciones al paro y al terrorismo. “Son datos alarmantes, pero en Euskadi no es así. No hay un grado de rechazo tan alto. Y así lo reconocen los propios inmigrantes”.

A partir de los datos más recientes del INE, a fines de junio pasado 57.990 extranjeros poseían tarjeta de residencia en vigor, frente a los 37.150 que la habían logrado en diciembre de 2004. Estos datos comparados con los de empadronados permite concluir que en Euskadi viven al menos 26.000 inmigrantes sin papeles, en situación ilegal. Son los que han quedado del último proceso de regularización abierto por el Gobierno central el año pasado, que en esta comunidad autónoma registró 13.190 peticiones, de las que se resolvieron favorablemente algo más de 11.000. “Esto demuestra que la iniciativa fue muy positiva”, porque “permitió aflorar una gran cantidad de personas ocultas en la economía sumergida”, afirma Iñaki Almandoz, coordinador del Turno de Extranjería del Colegio de Abogados de Guipúzcoa.

Los extranjeros empadronados sin permiso de residencia suponen el 31% del total, un porcentaje muy significativo, pero considerablemente inferior al que se daba en 2005 (el 51%). El incremento de los regularizados en Euskadi ha sido del 54,5%, frente al 38,5% en el resto de España. Aierdi aboga por “regularizar a todo aquel que demuestre tener una estancia estable y a quien está trabajando”.

La inmigración se encuentra parámetros muy inferiores a la media nacional en todos los órdenes. Si el peso en el conjunto de la población es cuatro puntos más bajo, otro tanto ocurre en el empleo. En Euskadi representan el 4,5% de la población activa, mientras que en España suponen el 10,9%, lo que refleja la reducida repercusión de los extranjeros en la economía vasca. Según el sindicato CC OO, que se apoya en datos del INE y del Inem, la tasa de empleo entre los inmigrantes ronda el 66% y el índice del paro alcanza el 8,5%.

Otra consecuencia de la creciente participación e integración de los foráneos en la sociedad es el aumento de las tarjetas sanitarias que expedido Osakidetza en los tres últimos años. En lo que llevamos de año, 10.518 extranjeros se han beneficiado de este documento personal que da acceso gratuito a las prestaciones de la Sanidad vasca. Del total, 420 se concedieron a personas sin papeles. El año pasado fueron 12.234 los inmigrantes que la recibieron (675 en situación irregular).

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)