PROBLEMAS EN LA TRAMITACIÓN DE DOCUMENTOS PARA LOS EXTRANJEROS

Los inmigrantes hacen largas colas para poder ir a su país en Navidad

La oficina de extranjería atiende 300 peticiones diarias y las esperas pueden superar las 10 horas. Quienes tienen la tarjeta pendiente de renovar necesitan un permiso especial para volver a España

El Periodico, 21-11-2006

CAROLINA ABADÍA
BARCELONA

Los extranjeros que tienen los papeles en periodo de renovación y quieren salir de España necesitan solicitar un permiso para poder salir y volver a entrar en el país. Es la “autorización de regreso”, válida durante 90 días. El retraso que acumula la oficina de extranjería en las renovaciones de algunas tarjetas y la cercanía de las vacaciones de Navidad están provocando que se incrementen las colas en oficina de extranjeros de Barcelona en la que se tramitan, situada en la calle del Marquès de l’Argentera, junto a la estación de França.
La oficina de Barcelona tramita estos días unas 300 solicitudes de autorizaciones de regreso diarias. En julio, coincidiendo con las vacaciones de verano, y en noviembre, por las navidades, se alcanzan las cifras más altas del año. Solo necesitan obtener la autorización los inmigrantes que viajan en avión. Junto a quienes van a viajar al extranjero, hacen cola otros inmigrantes para solucionar problemas en la renovación de sus permisos.
La subdelegación del Gobierno está tardando alrededor de ocho meses en renovar los permisos de residencia y los de trabajo que se presentaron antes de que los trámites de este tipo se informatizaran. En cambio, los permisos que siguen el procedimiento informatizado se resuelven en dos o tres meses, según Raquel Gil, presidenta de la Asociación de Ayuda Mutua de Inmigrantes de Catalunya, de UGT. Los largos periodos que los extranjeros permanecen sin poder renovar su NIE (carnet de identidad de extranjeros) hacen que muchos necesiten solicitar la autorización de regreso para justificar que pueden entrar legalmente en España.

NOCHE AL RASO
La oficina de extranjería abre de lunes a jueves de 9.30 a 17.30 y los viernes de 9.00 a 14.00 horas. Ayer, los primeros en entrar habían empezado a hacer cola a las once de la noche del día anterior. Los que llegaron a las cuatro de la madrugada alcanzaron la puerta de la oficina a mediodía.
“Viene mucha gente sin vergüenza que se quiere meter, hay otros que cobran por hacer la cola. Otros venden formularios que son gratuitos a cinco euros”, explica indignada Hazel Baltodano, una nicaragüense de 26 años. De vez en cuando, se produce algún rifirrafe en la cola. Hay quienes intentan colarse y quienes vigilan, intentado despachar a los que, a su juicio, han perdido el turno. “Podrían organizarlo mejor -exclama Teresa, una venezolana-, con la alegría que llevamos porque vamos a ir a ver a nuestras familias y a nuestros hijos en Navidad”.
El colombiano Hernán Varela también quiere dejar constancia de su protesta: “La cola no avanza, es muy lenta”. Liliana Teresa Orellana, argentina, no viajará a su país. Espera para solucionar “un error” en la tramitación de su tarjeta. “¿Dónde preguntas? No hay nadie que te atienda, te dan un teléfono, pero siempre comunica, y no responden los e-mails”, apunta.
Solo el titular puede pedir la autorización de retorno. Junto al impreso de solicitud, ha de mostrar el pasaporte, la tarjeta de residencia, el resguardo de haber solicitado la renovación de la tarjeta y el justificante de haber abonado la tasa de 5,48 euros que han de pagar por obtener la autorización. Tras unas tres semanas, la recibirá en su domicilio.

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