Hombres, de unos 40 años, enfermos e inmigrantes

La Razón, 18-11-2006

La pregunta que se viene a la cabeza cuando conoces casos de personas «sin
hogar» como José y Mari Nieves es: «¿Y por qué no salen de la calle?». La
respuesta sólo la tienen ellos, pero ayuda no les falta. El objetivo que
persigue el Ayuntamiento, señaló la concejala de Empleo y Servicios a la
Ciudadanía, Ana Botella, en la Inauguración de las Jornadas de Personas
«sin hogar» del pasado 26 de Octubre, es «ofrecerles una alternativa,
ayudarles a preservar su dignidad y evitar su exclusión de la sociedad».
Para ello, hasta diez equipos de facultativos del Samur Social compuestos
por psicólogos y trabajadores sociales recorren a diario todos los
distritos de Madrid para convencerles de que abandonen esa situación y
acudan a alguno de los centros de acogida con los que cuenta el
Consistorio. Aunque la forma de actuación es diferente con cada uno hay un
«modus operandi» común: «ganarse su confianza». Tanto Juan Carlos
Arellano, director de la Central del Samur Social, como María Jesús
Utrilla, directora del albergue de San Isidro, coinciden en que no hay un
exacto perfil de un «sin hogar». Arellano detalla que suelen ser hombres
entre 45 y 55 años, que consumen drogas, inmigrantes, con una estancia
crónica en la calle y, en muchos casos, que padecen enfermedades mentales.
«En el centro de Madrid se concentran el 70% de los sin techo», explica
Arellano.
   

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