Las fuerzas se seguridad asestaron ayer un golpe a las redes de prostitución internacionales en Barcelona. Numerosos agentes de la policía, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana registraron unos 25 domicilios ubicados en el barrio de El Raval – una de las zonas más degradadas de la capital catalana – dentro de una operación destinada a desarticular a grupos de proxenetas, muchos de ellos extranjeros.


La policía detuvo a más de cincuenta personas que pasaron a disposición judicial tras haber sido interrogadas. La operación está relacionada con una investigación iniciada hace varios meses por la Guardia Urbana de Barcelona, cuerpo encargado del cumplimiento de la nueva ordenanza municipal sobre civismo, que prohíbe el ejercicio de la prostitución en la calle.


Conocidos por la policía


Según fuentes cercanas a la investigación, varias de las personas detenidas o identificadas en la redada son de nacionalidad rumana y algunas ya habían tenido problemas con la Policía. La redada, que provocó un gran revuelo en el barrio, tuvo lugar en la zona de la Ronda de Sant Antoni y sus alrededores, donde en las últimas semanas los vecinos se han manifestado en la calle para denunciar la presencia de prostitutas cerca de escuelas y parques públicos frecuentados por menores.


Algunas de estas prostitutas son chicas muy jóvenes y la inmensa mayoría son inmigrantes, fundamentalmente de América Latina, África y países de Europa oriental.