“Queremos convivir con los payos; salvo cuatro cosas hacemos exactamente lo mismo”

El presidente de Gao Lacho Drom, ayer en Villa Suso.Foto: marcos ruiz

vitoria.La lucha de Gao Lacho Drom por mejorar la imagen que los payos tienen del pueblo gitano es admirable. ¿Cree, sin embargo, que el rechazo ha disminuido?

Creo que, poco a poco, la imagen del gitano ha mejorado, pero el rechazo aún es grande. Mientras exista un desconocimiento mutuo de las dos culturas, va a ser difícil que nos entendamos. En parte es nuestra responsabilidad, porque los gitanos tenemos que darnos a conocer a la sociedad mayoritaria. Por eso la asociación realiza un gran esfuerzo a través de muchísimas jornadas para demostrar que somos personas, con nuestra cultura, con nuestros defectos y virtudes. Queremos convivir con la sociedad mayoritaria.

¿Y esa sociedad mayoritaria realiza algún esfuerzo por comprender a la comunidad gitana?

El problema es que nos rodea una fábula que no tiene nada que ver con nosotros, pero que los payos han adoptado. Además, existen escritores modernos que fomentan esa imagen mala de los gitanos por morbo o vicio. Quizá tengamos que empezar a denunciarles. Al final la sociedad mayoritaria está convencida de que somos unos ladrones, de que no sabemos convivir. Y es muy duro sentir la discriminación. La impotencia es terrible. En Vitoria hay bares que no nos sirven por el hecho de ser gitanos. Por eso nuestra juventud, que tiene nuevas ideas e incluso se casa con payas, sufre un duro dilema.

¿Existen prejuicios sólo por parte de la sociedad mayoritaria?

Hay que pensar que hasta hace cuarenta años la mayoría de gitanos vivía en chabolas, por lo que no había contacto con la sociedad mayoritaria y el poco que había era negativo. Esta circunstancia hizo que nuestro pueblo fuera desconfiado. No obstante, las nuevas generaciones hemos sabido integrarnos y esa desconfianza ha comenzado a desaparecer.

¿Cómo es posible la integración cuando la cultura gitana que los payos conocemos dista tanto de los actuales valores occidentales?

Está demostrado que somos uno de los pueblos que mejor se ha adaptado al entorno. Por poner un ejemplo, en Vitoria hay muchísimos matrimonios mixtos, de personas gitanas con payas, lo que revela que es posible tanto la integración en la sociedad mayoritaria como la fusión de las dos culturas. La clave está en convivir de acuerdo a las normas generales fuera de casa y mantener ciertas costumbres dentro. No obstante, más allá de cuatro cosas que nos distinguen, gitanos y payos hacemos exactamente lo mismo.

Pero, curiosamente, según las encuestas, los gitanos están peor valorados que cualquier colectivo inmigrante de Álava.

Llevo años conviviendo con la sociedad mayoritaria y es algo que no deja de sorprenderme. Aún me extraña que se generalice con los gitanos. Si un vecino gitano no limpia un portal o no paga los gastos de la comunidad, todos somos así. Nosotros sabemos distinguir.

Su asociación denuncia la denegación de derechos garantizados a la sociedad mayoritaria. ¿Lograr un trabajo es tarea fácil?

Es muy complicado. La comunidad gitana se ha dedicado sobre todo a la construcción y en este sector casi todos los gitanos son profesionales que trabajan muy bien. Sin embargo, es muy complicado que un contratista nos dé empleo.

Sin grandes probabilidades para encontrar un trabajo, ¿es posible la adquisición de una vivienda?

Sólo la posibilidad de alquilar una vivienda es bajísima. Ya sea llamando por teléfono o acudiendo directamente al piso, nos dan excusas para no alquilarnos la casa, como que se han comprometido con otra persona. El payo con dinero alquila en cualquier sitio. El gitano con o sin dinero no lo consigue.

¿Las instituciones se afanan por reducir la desigualdad socioeconómica que padecen los gitanos?

Nos sentimos apoyados sobre todo por la Diputación, que lleva el mayor grueso de subvenciones, pero también por el Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno Vasco. Debemos seguir concienciando a los políticos de que lo que hacemos ésta y otras asociaciones son cosas positivas, no sólo para nuestro pueblo sino para toda la sociedad.

¿De las instituciones depende que mejore la imagen de los gitanos?

Nadie tiene una varita mágica para solucionar el problema, pero creo que juegan un papel decisivo los medios de comunicación. Si tuvieran un poco de cuidado, la imagen de los gitanos podría mejorar mucho.