TOLOSA

La realidad de los menores inmigrantes cerró las Jornadas de SOS Racismo

SOS Racismo exigió a la Administración Pública una «actuación responsable». Los ponentes reclamaron una mayor información y participación social

Diario Vasco, 14-11-2006

OLOSA. DV. «Se les considera antes que como menores como inmigrantes». Así de contundentes se mostraron los representantes de las distintas organizaciones sociales, que están trabajando en Madrid, Barcelona y Euskadi con los menores inmigrantes no acompañados, durante su intervención en la mesa redonda, celebrada en una abarrotada casa de cultura, y que sirvió para clausurar la recientes jornadas que sobre ‘Derechos humanos e Inmigración’, han tenido lugar en la villa, organizadas por la delegación de Tolosa de SOS Racismo.

Educadores, monitores y demás especialistas en la materia fueron los ponentes invitados para explicar la situación real en la que están viviendo los inmigrantes menores de edad cuando llegan al país de acogida. «Por ley, todo menor en situación de desamparo ha de estar bajo la supervisión de un tutor y si no lo tiene la Administración Pública será la que desempeñe esa labor; en el País Vasco son las Diputaciones las que ejercen de tutores de los menores inmigrantes. Sin embargo, en muchas ocasiones, los menores están mal tutelados porque faltan recursos y además se les priva de la inmediatez del derecho a la documentación, que para el chico inmigrante es algo fundamental ya que sabe que si no llega pronto su documentación cuando cumpla los 18 años será otro inmigrante más en situación irregular que puede ser deportado a su país de origen», explicaron los participantes de la mesa sobre inmigración.

Desde SOS Racismo se exigió a la Administración Pública, una actuación responsable y un cumplimiento de la ley para que estos menores inmigrantes puedan integrarse de una manera normal en la sociedad. «Estos chicos se sienten asustados cuando llegan aquí y no sienten que se les acoge. Hay un clima de desconfianza por parte del país de acogida y ellos lo notan. Por eso, lo primero que hacemos en los centros de acogida, a la hora de trabajar con estos niños es que se sientan bien. Necesitan que guardemos sus derechos como niños que son y que tengan su documentación para que puedan acceder al sistema educativo. Cada chico ha recorrido miles de kilómetros y tiene tras de sí una tremenda historia personal. Es cierto que necesitan unas normas, una estructura que les marque el camino que tienen que seguir dentro de un proyecto educativo», indicaron los especialistas.

El papel de la comunidad

Los ponentes insistieron en que el papel de la comunidad «es también clave» a la hora de insertar a estos chicos en la sociedad. «A estos chicos no se les puede marginar desde el primer momento en que llegan. Es cierto que algunos, no todos, son problemáticos pero no se les tiene que encuadrar a todos en delincuentes. En el caso reciente de Tolosa estos chicos han creado un clima de incertidumbre pero también hay que ver la realidad de cómo están viviendo estos menores en el centro de Tolosa, un centro que no reúne las condiciones necesarias para que estos niños crezcan y se integren tal como se estipula por ley».

Los ponentes ofrecieron algunas pautas para acoger a los menores inmigrantes sin recelo. «Indudablemente hay que trabajar con ellos en los centros de acogida pero también la ciudadanía ha de ser partícipe en esta integración social ¿cómo? no mirándoles, en primer lugar, con desconfianza ni con miedo y en segundo propiciando iniciativas conjuntas que hagan relacionarse a los menores inmigrantes con los chicos y chicas de aquí. Si fomentamos actividades interculturales entre ellos y no les tratamos como simples inmigrantes sino como menores, que es lo que son, avanzaremos en la integración social. Hay que romper con muchos prejuicios de las culturas de origen», precisaron los especialistas.

Se habló de una mayor política de información, de una mayor transparencia y participación social «para hacer frente al problema de la situación de estos menores», precisaron.

Las jornadas de SOS Racismo se clausuraron en el Paseo San Francisco con una exposición titulada: ‘Los dos lados de la valla’, un monólogo a cargo del cómico tolosano May Gorostiaga, una narración para niños (Alekos) y con historias de inmigrantes y actividad de escritura libre.

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