PSOE, ERC, CiU y BNG acordaron ayer crear una subcomisión parlamentaria para sentar las bases de una política común en inmigración y evitar que sea un elemento de confrontación, en una votación en la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales de la que el PP se abstuvo y en la que no estuvo presente CC.

Por 23 votos a favor, ninguno en contra y nueve abstenciones se dio luz verde a esta propuesta de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien habló el pasado 11 de octubre con todos los grupos parlamentarios sobre la cuestión migratoria.

Durante el debate y votación en la Comisión de Trabajo estuvieron ausentes los representantes de Coalición Canaria-Nueva Canaria, Eusko Alkartasuna, Chunta Aragonesista y Nafarroa Bai, aunque todos ellos ya anunciaron su apoyo a la iniciativa tras entrevistarse con Fernández de la Vega.

Salvo el Partido Popular, la mayor parte de las fuerzas políticas mostraron su deseo de que la nueva subcomisión encargada de estudiar el fenómeno de la inmigración no se quede en la retórica, esté a la altura de las circunstancias y sirva para consensuar una política común.

La portavoz del PP, Lourdes Méndez Monasterio, adelantó que su formación se esforzará por trabajar en el seno de la subcomisión, pese a representar “una prueba palpable del fracaso” del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. Recordó que su grupo ha planteado durante esta legislatura varias iniciativas para crear una comisión mixta (Congreso-Senado) sobre inmigración, dado que es una materia “lo suficientemente importante para que se trate en una comisión y no rebajarlo a una subcomisión”.

Méndez Monasterio añadió que la inmigración se ha convertido en la primera preocupación de la sociedad española, según el barómetro del CIS, y calificó la política del Ejecutivo en este terreno de “frívola” y “llena de incumplimientos y de desvaríos”.

En su intervención, la diputada del PSOE Pilar López subrayó que lo único que se pretende con la subcomisión es alcanzar un “gran Pacto de Estado” y perfilar las directrices para que la inmigración no sea un tema de confrontación, sino de convivencia e integración. Tras pedir a los populares que trabajen con “suficiente flexibilidad” para escuchar las propuestas del resto de los grupos, López auguró que su creación significa el inicio de un “gran trabajo y creo que llegaremos a acuerdos importantes”.

Lanzó asimismo un mensaje de “calma y tranquilidad”, porque el Gobierno está trabajando “con coherencia y constancia”, y defendió que la inmigración ha contribuido a que España sea la novena potencia económica mundial.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, subrayó su interés en que esta subcomisión no se convierta en una cuestión “retórica” y avanzó que su grupo prestará especial atención a los aspectos que más le preocupan: los derechos y libertades de las personas, incluidos los inmigrantes, y su integración social. El portavoz del PNV, Emilio Olabarría, insistió en la necesidad de darle una “impronta” de política de Estado a la inmigración y deseó que la subcomisión sea eficiente, y no un mecanismo “inerte” de actuación.

Desde Esquerra Republicana, Joan Tardá consideró urgente que este grupo de trabajo consensúe políticas “progresistas” para afrontar la inmigración.

Por su parte, el portavoz de CiU, Carles Campuzano, apuntó a que no existe un modelo de referencia “inequívoco” en el que España pueda reflejarse, lo que indica que la integración “aún es un reto pendiente”, indicó Campuzano.