PANORAMA POLÍTICO

Así es el regreso de Le Pen

Diario Sur, 13-11-2006

VALENTÍ PUIG/
EL veteranísimo de la extrema derecha europea se asoma con fuerza a las elecciones presidenciales francesas. Si en las anteriores desplazó al candidato socialista en la segunda vuelta, parece que nadie aprendió la lección. De nuevo podría Le Pen convulsionar la política francesa, atenazada por el choque entre lo dicho y lo hecho. Francia es una sociedad profundamente descontenta y que desconfía de su clase política. A un populista demagogo como Le Pen no le es difícil presentarse como la voz del hombre de la calle. Casi con 79 años, Le Pen – en su día el diputado más joven de la Asamblea Nacional – tiene energía para activar ese tan heterogéneo sector del electorado que desea orden férreo, recela de la emigración, ya no cree en la política y supone que los políticos son en su mayoría corruptos. Desde hace veinte años, más de 4 millones de votantes optan por Le Pen.

El semanario ‘Le Point’ habla de la extrema Francia distinguiendo cinco componentes en el conglomerado que puede ser receptivo al talante Le Pen: los católicos tradicionalistas, los nacionalistas radicales, los frentistas puramente lepenianos, los que añoran el antiguo régimen y los grupos pro – vida. Ahora mismo Le Pen debe estar conectando prácticamente con esos cinco componentes porque la intención de voto para el Frente Nacional supera en mucho las que tenía poco después del 11 – S. Entonces, poco antes de las presidenciales de 2002, estaba en un 9 por ciento. Obtuvo el 16,86 por ciento en la primera vuelta. En la segunda, Chirac tuvo el 80 por ciento. Nadie podría descartar a estas alturas que Le Pen de nuevo estuviera en la segunda vuelta que dirime las elecciones cuando ninguno de los candidatos obtenga la mayoría absoluta en la primera votación. En las elecciones del 2002, el socialista Lionel Jospin fue desplazado por Le Pen y el forcejeo final fue entre Chirac y Le Pen. Ahora hay que añadir cual es el peso del 55 por ciento de votos que en Francia se expresaron en contra del Tratado Constitucional europeo. Otro factor serán las revueltas en barrio de inmigrantes, casi siempre generadoras de voto.

En las próximas presidenciales, la candidata socialista pudiera ser Ségolène Royal y el gaullismo tendría por líder a Sarkozy. En el caso socialista, Straus – Kahn está disputando la candidatura en las primarias. Todos insisten en proponer medidas para la seguridad de Francia, pero Le Pen resulta más convincente para no pocos votantes. En estos días, Le Pen tiene garantizado un 17 por ciento del electorado y cree poder llegar al 35 por ciento. Casi un 50 por ciento son asalariados y obreros. En gran parte, resulta ser que el voto comunista tradicional se pasó a Le Pen.

Si bien menos ahora que antes, Le Pen se desenvuelve en un ámbito de agresividad. No es menos cierto que su hija Martine ha suavizado el perfil violento del Frente Nacional y otros dirigentes del partido creen conveniente revestirse de una mayor respetabilidad. Le Pen piensa en una segunda vuelta en la que se enfrentaría con la socialista Royal. En esa Le Pen iría por los votos del centro derecha más conservador. Esa puede ser la última batalla de uno de los políticos más prehistóricos de Europa, aunque no le falten imitadores en la nueva galaxia de los populismos.

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