Presentan en Madrid a los premios Debate: «CIA Airlines» y «Cayucos»

ABC, 11-11-2006

TULIO DEMICHELI

MADRID. Por una regla general no se sabe muy bien por quién escrita, los grandes libros de periodismo de investigación se escriben fuera. Felipe Armendáriz, Marisa Goñi y Matías Vallés se han empeñado en contradecir esta ley no escrita y lo han hecho al cuadrado, porque, además, lo hicieron desde un periódico local, el «Diario de Mallorca», lo cual implica que lo importante del periodismo, por encima de cualquier otra consideración, son los periodistas. Pues bien, un escándalo de orden internacional como los vuelos secretos de la CIA, comparable en trascendencia al caso Watergate, lo han destapado estos tres estupendos periodistas mallorquines bien arropados por su director, José Eduardo Iglesias, y el libro en el que recogieron sus investigaciones, «CIA Airlines», además ganó el premio Debate que otorga esa editorial del grupo Random House Mondadori, premio del que ha sido finalista «Cayucos», del periodista canario José Naranjo, quien se ha empeñado en dar voz a los rostros anónimos de la tragedia de la inmigración ilegal. En fin, estos dos libros ayer se presentaban en Madrid.

Ernesto Ekaizer fungió como padrino de «CIA Airlines» y señaló en la presentación que sólo se han escrito otros dos libros en el mundo sobre el mismon tema: «Torture taxi» y «Ghost´s play». «Es fantástico – afirmó – y un gran éxito para los que creemos que en España se puede relanzar el buen periodismo después de varios años tan malos». En esa línea abundó Armendáriz quien habló en nombre de sus colegas y se preguntó «¿Cómo es posible que los periodistas norteamericanos hayan pasado en pocos años de ser los perros guardianes de la democracia a perros falderos del poder? No puede haber periodismo independiente en el mundo si el periodismo norteamericano no lo es».

Por su parte, la directora de cine Gracia Querejeta fue miembro del jurado que otorgó estos premios y ayer se desempeñó como madrina de «Cayucos», entre cuyos méritos destacó, como es natural, que sea un libro «muy cinematográfico» y no porque nos haga verosimil ninguna historia inverosímil, cosa del cine, sino por todo lo contrario: «Este libro me gusta por su enfoque, porque se acerca a sus personajes y lo hace en plano corto».

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