J. BATISTA/ VALENCIA

La calle Gobernador Viejo de Valencia, en el centro histórico, acoge desde ayer el servicio de primera acogida de inmigrantes, coincidiendo con la llegada masiva de temporeros a la ciudad para trabajar en la recogida de la naranja. Tal y como explicaron fuentes de la Concejalía de Bienestar Social, los temporeros que acuden a la ciudad son los destinatarios principales de este nuevo local, que ha nacido con carácter provisional. El motivo es que en un plazo de cinco meses estará habilitado el Centro de Atención de la Inmigración (CAI) en la calle Alta.


La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, explicó durante la inauguración que se ha considerado oportuno abrir este local en un momento con gran afluencia de temporeros, consecuencia, a juicio de Barberá, “de la errática política de inmigración del Gobierno”.


La alcaldesa criticó que se hayan puesto los recursos necesarios por parte de la autoridad municipal “contando con una deficiente ayuda del Estado. Nadie deja su país sin enorme sacrificio, huyendo de unas circunstancias terribles, y hemos de poner los medios para paliar estas situaciones”, sentenció Barberá.


El servicio de primera acogida nace con la vocación de orientar al inmigrante en materia sanitaria o de vivienda, con la intención de favorecer su integración en la sociedad valenciana. Para poder ofrecerles esta asistencia, el local cuenta con traductores para seis idiomas, entre ellos, el chino o el árabe. También dispone de información sobre cómo acceder al mercado laboral o incluso servicios de atención psicológica. En casos de emergencia, podrá derivar a los inmigrantes a alguna de las más de 400 camas de las que dispone el Ayuntamiento en albergues para personas sin techo. Este año se han dispuesto 70 camas más.