Scotland Yard retira del servicio a un policía musulmán por llevar a sus hijos a una mezquita radical

ABC, 08-11-2006

EMILI J. BLASCO. CORRESPONSAL

LONDRES. Un policía musulmán de élite, de una unidad encargada de la seguridad de políticos y diplomáticos, entre ellos el primer ministro, Tony Blair, ha sido retirado del servicio porque sus dos hijos pequeños acudieron a una mezquita relacionada con un clérigo radical. Así lo denuncia Amjad Farooq, que ha acudido ante la Justicia en contra Scotland Yard y cuyo caso será examinado por los tribunales en los próximos meses.

Lo ocurrido con Farooq, de 39 años, forma parte del escrutinio que las autoridades británicas están aplicando a los funcionarios musulmanes empleados en puestos sensibles para la seguridad de los ciudadanos. Recientemente, el hijo de Abu Hamza, un imán extremista encarcelado por vinculaciones terroristas, fue echado de su trabajo en el mantenimiento del metro de Londres tras saberse que había sido condenado por un plan terrorista en Yemen.

El abogado del policía Farooq, Lawrence Davies, considera totalmente improcedente el obligado cambio de destino aplicado a su cliente, ya que personalmente nunca ha estado vinculado con ningún movimiento islámico y desconocía posibles influencias extremistas en la mezquita a la que acudían sus hijos de 9 y 11 años para realizar estudios religiosos.

¿Un puesto inadecuado?

Según Davies, «los musulmanes están siendo etiquetados de culpables por el sólo hecho de serlo. Son culpables antes de que puedan demostrar su inocencia». Para el Consejo Musulmán Británico, «no existe ninguna sorpresa» con lo que le ha ocurrido a Farooq, pues profesar la fe islámica se ha convertido en algo sospechoso.

Farooq llevaba seis semanas en el Grupo de Protección Diplomática de Scotland Yard, encargado de la vigilancia de edificios gubernamentales y embajadas, cuando en diciembre de 2003 fue informado de que se le cambiaba de destino. Según el policía, la dirección del cuerpo le comunicó que el test contraterrorista que se aplica a todos los agentes había descubierto que llevaba a sus hijos a una mezquita radical y que por tanto esto le inhabilitaba para el puesto. «¿Qué dirán los servicios de seguridad norteamericanos cuando te vean por allí?», asegura que le fue comentado en referencia a posibles funciones de custodia exterior de la embajada de Estados Unidos.

Registrado en su comisaría

En su pleito, denuncia también que cuando acudió a la oficina para recoger sus cosas y trasladarse a una comisaría de barrio fue registrado delante de sus compañeros para ver si se llevaba documentación de la unidad.

Scotland Yard ha declinado pronunciarse sobre el caso, ya que está sujeto a un proceso judicial y además significaría divulgar información sobre asuntos que tienen que ver con la seguridad.

Se trata del primer caso conocido de un policía retirado de su servicio a resultas de una investigación contraterrorista interna. Durante la reciente guerra del Líbano, otro policía de la misma unidad fue cambiado de destino, aunque parece ser que fue a petición propia, ante su negativa a custodiar la embajada de Israel, debido a que varios estrechos familiares eran libaneses.

La posibilidad de que los derechos de los ciudadanos musulmanes se vean mermados ante un excesivo celo por la seguridad acaba de ser abordado por la revista «The Economist». La publicación recuerda la iniciativa del ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, de retirar la acreditación de 43 empleados musulmanes del aeropuerto Charles de Gaulle de París, que se ocupaban del manejo de los equipajes.

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