Una niña de 4 años avisó a la Policía vasca de que su padre había matado a su madre

ABC, 08-11-2006

EFE

BILBAO. Una niña de 4 años, hija de la inmigrante de origen guatemalteco Ofelia Hernández, cuyo asesinato se juzga en la Audiencia Provincial de Vizcaya, fue la que avisó a la Ertzaintza de que su padre había matado a su madre, según el testimonio prestado ayer por los agentes en el juicio.

Los hechos se registraron el 15 de enero de 2005 en el domicilio de la mujer, en Durango, donde se encontraban la pequeña y su hermano, de once años, cuando se cometió el crimen.

La niña comunicó también a los agentes que en una de las camas del dormitorio de la casa solía dormir su padre, Felipe Ardanza, pero, según relató el ertzaina que prestó testimonio en la Audiencia Provincial de Vizcaya, últimamente, «no le dejaban ir porque se portaba mal», según les había contado la niña.

No sabe por qué lo hizo

Los testimonios se registraron ayer en la sección sexta de la Audiencia Provincial de Vizcaya, donde se sigue el juicio contra Felipe Ardanza por el asesinato de su ex compañera, Ofelia Hernández. El hombre aseguró el lunes, en la primera jornada del juicio, que no sabe por qué la mató, ni reconoce haber empleado excesiva fuerza, pese a que el cuchillo con el que se cometió el crimen estaba totalmente doblado y a que el presunto asesino se dislocara la muñeca.

El hermano de la niña, que era fruto de una relación anterior de Ofelia, dijo a la Policía que Felipe Ardanza ya traía un cuchillo cuando llegó a la casa en la que se cometió el crimen y que, allí mismo, cogió otro de un armario situado en la entrada de la vivienda.

Los dos niños, que se encontraban muy nerviosos tras el crimen, pidieron auxilio a los agentes desde la ventana de la vivienda, situada en la localidad de Durango. Una amiga de la víctima, Alejandra G. declaró que la mujer asesinada «quería a Felipe», pero «le tenía miedo».

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