Fallece a los 90 años Pieter Botha, artífice del 'apartheid' surafricano

El Mundo, 01-11-2006

Su régimen de segregación racista fue denostado por violar los Derechos Humanos El ex presidente surafricano Pieter Willem Botha, una de las figuras claves del régimen de segregación racista conocido como apartheid, murió ayer a los 90 años en su residencia situada en la provincia de Western Cape, según informaron fuentes de su seguridad.


El ex gobernante fue primer ministro entre 1978 y 1984, antes de ocupar la jefatura de Estado hasta 1989. En esta fecha fue reemplazado por Frederik Willem de Klerk, quien se encargó de desmontar el régimen del apartheid.


Durante su etapa de gobierno, cerca de 20.000 ciudadanos negros murieron o fueron encarcelados y torturados por la represión del régimen segregacionista.


Apodado El Gran Cocodrilo, Botha pereció en su residencia, Die Anker (El Ancla, en lengua afrikaans), hacia las 20.00 hora local de ayer (19.00 hora española), según informó uno de los miembros de su cuerpo de seguridad a la agencia local Sapa, que aseguró que «Botha murió en su casa, plácidamente».


Nacido el 12 de enero de 1916 en una familia con fuertes raíces afrikaner (perteneciente a los descendientes de los holandeses que en el siglo XVII poblaron lo que ahora es Sudáfrica), Botha se dedicó a la política desde muy joven.


Fue legislador del Partido Nacional durante 36 años y su primer cargo en el Gobierno fue el de viceministro de Interior en 1958, puesto desde el que se encargó de hacer cumplir las leyes del régimen – denostado por buena parte de la comunidad internacional y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos – del apartheid.


En 1961 se convirtió en titular de la cartera de Desarrollo Comunitario y de Asuntos de la población mulata. Cinco años más tarde fue nombrado ministro de Defensa, puesto que mantuvo hasta 1984 y compaginó durante un tiempo con el cargo de primer ministro.


Botha gobernó el país en la peor época de la lucha armada contra el régimen del apartheid, y las reformas legales que introdujo a partir de 1986 no llegaron a tiempo para salvar un sistema que se estaba desmoronando.


La dirección del Partido Nacional le pidió su renuncia el 14 de agosto de 1989, y un día después fue reemplazado por De Klerk, quien acabaría recibiendo el Premio Nobel en 1993 junto con la persona que le sucedió en el cargo, Nelson Mandela.

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