EL RETO DE LA INMIGRACION / La situación de los irregulares

Interior recluye a inmigrantes en un cuartel abandonado en la isla de las Palomas en Cádiz

El Mundo, 01-11-2006

CONTRERAS / A. DEL BARRIO

El sindicato policial CEP denuncia que el Gobierno está creando centros de internamiento clandestinos El PP critica que no se dan las condiciones mínimas de habitabilidad para acoger a los ‘sin papeles’ La isla de las Palomas en Tarifa (Cádiz) se está convirtiendo en la isla de la vergüenza. El Gobierno está enviando a centenares de inmigrantes a un cuartel militar en estado ruinoso, que no reúne las condiciones necesarias de habitabilidad. Ante la constante llegada de pateras que arriban a las costas andaluzas y la saturación de los centros de internamiento, el Ministerio del Interior está recurriendo a estas instalaciones militares, que estaban en desuso y que, paradójicamente, están situadas en uno de los más bellos enclaves tarifeños.


A primera hora de la mañana de ayer había ingresados 126 argelinos, aunque a última hora de la noche todos ellos fueron trasladados. El acuartelamiento funciona como una extensión del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, pero, según denuncia la Confederación Española de Policía (CEP), no reúne ninguno de los requisitos exigidos en este tipo de instalaciones. Los inmigrantes duermen en dos celdas con colchonetas por el suelo; tan sólo hay un termo con 200 litros de agua caliente para que se duchen cerca de 120 personas, y cuando se avería la bomba se quedan sin agua corriente.


A juicio del portavoz del sindicato policial CEP, Rodrigo Gavilán, esta situación pone de manifiesto que el Ejecutivo «está montando centros de internamiento clandestinos para intentar tapar a la opinión pública que están colapsados y desbordados». Según informó, todos estos argelinos serán puestos en breve en libertad y acabarán en la calle, ya que el Consulado de este país se niega a reconocer a sus compatriotas, por lo que es muy difícil repatriarlos.


Sin mascarillas


«Las condiciones son penosas. Las instalaciones son muy viejas y no están habitables. Es lo más parecido a su país. Los policías no tienen ni guantes ni mascarillas, a pesar del peligro de transmisión de enfermedades que tienen estas personas. Tan sólo seis agentes por turno y cinco de las Unidades de Intervención Policial custodian a los argelinos», indicó ayer el secretario provincial de la CEP, Eduardo García.


Desde el Ministerio del Interior negaron estas acusaciones y argumentaron que sólo se utilizan las instalaciones que se encuentran en buen estado, pero no se emplean las que están más ruinosas. También alegaron que el antiguo cuartel se usa de manera puntual y que los inmigrantes permanecen poco tiempo allí. Sin embargo, los argelinos trasladados ayer llevaban casi un mes ingresados en las Palomas.


La isla se quedó ayer vacía, pero sólo temporalmente, hasta que llegue otra nueva oleada de pateras. Desde que el terreno fuera desafectado por parte del Ministerio de Defensa, no se ha llegado a ningún acuerdo entre el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Gobierno para darle el uso medioambiental y turístico que distintas voces vienen reclamando sin éxito. Lo que fue una medida transitoria adoptada durante el mandato de Aznar, ante las avalanchas del 2002, es ahora una prolongación permanente del centro de La Piñera en Algeciras.


Los argelinos están alojados en antiguos barracones militares y reciben atención por parte de Cruz Roja, cuyo médico voluntario les atiende en una sala de curas anexa. Sin embargo, esta ONG no puede acceder a su interior. De hecho, nadie entra o sale de la isla de las Palomas a no ser que esté autorizado por el presidente de la junta rectora del Parque del Estrecho, la Comisaría Provincial de Policía o la Guardia Civil, que se encarga de la vigilancia perimetral del recinto. Los argelinos, una vez liberados, son llevados al aeropuerto de Málaga y de ahí, según distintas fuentes, vía aérea a Madrid.


Las carencias no sólo afectan a equipamientos, sino también a la seguridad. Cuando los argelinos son sacados al exterior, una simple cinta de plástico delimita el espacio por el que pueden pasear. Según denuncian los agentes, si no se fugan es porque saben que a los 40 días quedan en libertad. «Las Palomas es propiedad de Patrimonio del Estado, del Ministerio de Medio Ambiente, está dentro del Parque Natural del Estrecho y su uso se ha cedido al Ministerio del Interior. El futuro de un lugar tan especial para Tarifa no es ser un centro temporal de internamiento de inmigrantes», se queja Juan Andrés Gil, portavoz municipal del PP.


«No se dan las condiciones mínimas de habitabilidad. Con cuatro colchones pretenden engañar a la opinión pública, ¿por qué no nos dejan entrar a comprobar la situación? Es inhumano», censura Gil.

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