MUNDO

Una joven se debate entre la vida y la muerte tras la quema de un autobús en Marsella

Un gabinete de crisis debatirá hoy mayor presencia policial en las zonas conflictivas

Diario Vasco, 30-10-2006

PARÍS. El primer ministro francés, Dominique de Villepin, anunció ayer la celebración hoy de una reunión ante el agravamiento de los ataques contra autobuses urbanos, en particular después de que una viajera del incendiado anoche en Marsella se encuentre entre la vida y la muerte por quemaduras.

En un comunicado, Villepin que presidirá la reunión de crisis de hoy, manifestó su «indignación ante este acto de violencia» y afirmó que se han puesto todos los medios para que «los autores de este crimen sean detenidos en el plazo más breve». A ese respecto, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, indicó en otro comunicado que ha puesto a disposición del prefecto (delegado del Gobierno) de Marsella dos compañías de antidisturbios, que se sumarán a las dos que ya se habían movilizado para reforzar la seguridad de los transportes urbanos.

Sarkozy, que habló ayer por teléfono con el hermano de la joven de 26 años herida en el incidente, que vive en Marsella, y con su padre, residente en Senegal, se puso en contacto a continuación con el prefecto. El departamento de Interior indicó que el ministro «le ha dado todos los medios humanos y técnicos necesarios para detener y entregar a la justicia en el plazo más breve posible a los autores de esta incalificable tentativa criminal». Por su parte el presidente francés, Jacques Chirac, se entrevistó con Villepin y Nicolas Sarkozy, expresó su «horror ante este acto innoble» y prometió «una severidad extrema» de cara a los autores.

Según fuentes hospitalarias, la mujer de 26 años y de origen senegalés que resultó quemada en el incendio provocado de un autobús en Marsella se encuentra en estado crítico. La primera víctima grave de los disturbios sufre quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, según las fuentes.

Además de la joven, que se debate entre la vida y la muerte en la unidad de reanimación del hospital de la Conception de Marsella, otros tres pasajeros tuvieron que ser atendidos en otro centro médico por intoxicaciones causadas por el humo.

Según los testimonios recopilados por la policía, los hechos ocurrieron en un barrio de la periferia norte de Marsella, cuando el autobús volvía al centro de la ciudad tras haber sufrido una primera agresión sin consecuencias en el trayecto de ida. Entonces varios adolescentes encapuchados que estaban en una parada subieron al vehículo forzando las puertas, vertieron gasolina y le prendieron fuego antes de darse a la fuga.

Una noche tranquila

El primer ministro condenó con fuerza «las agresiones que ponen en peligro la vida tanto de los conductores como de los pasajeros y los actos de delincuencia que han sucedido estos últimos días».

La Dirección General de la Policía Nacional (DGPN), en un primer balance de la noche pasada en los barrios conflictivos del país, dijo que había sido «relativamente tranquila» si se exceptúa el ataque de Marsella. La DGPN señaló que otro autobús había sido incendiado en Trappes, en la periferia de París, aunque en este caso sus ocupantes pudieron bajar a tiempo y no resultaron heridos.

Igualmente hubo altercados con jóvenes que apedrearon a policías en varios departamentos de la periferia de París, así como en el extrarradio de Lyon y Toulouse.

La DGPN ha detenido hasta el momento a 46 personas por su participación en los distintos disturbios. AGENCIAS

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)