Desde ayer los melillenses tienen un sitio más por el que pasear. Se trata del espaldón del puerto, un espacio recuperado por la Ciudad Autónoma y la Autoridad Portuaria para uso y disfrute de los ciudadanos, tal y como ocurría antaño.

Aunque con un poco de retraso, las obras realizadas en el espaldón del puerto durante algo más de seis meses van a permitir a los más mayores recordar tiempos pasados y a los jóvenes disfrutar de unas vistas desconocidas hasta ahora. Según el director de la Autoridad Portuaria, José Luis Almazán, se ha acondicionado un paseo de 560 metros de largo por cuatro de ancho con cuatro miradores volados de cara al mar que permite integrar este espacio en la ciudad.

Con un coste de 840.000 euros, la recuperación del espaldón ha permitido también impermeabilizar la escollera y colocar un elemento de seguridad para impedir la entrada de inmigrantes por esta parte del litoral. Como apuntó el presidente de la Autoridad Portuaria, el espaldón tendrá un horario de apertura y por la noche permanecerá cerrado y vigilado por la Guardia Civil y los guardamuelles del puerto.

Por su parte, tanto el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, como el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, destacaron lo beneficioso que resulta para los melillenses la recuperación de este espacio. Según Imbroda, «cualquier infraestructura que se haga en Melilla es positiva y ésta más, ya que permitirá a los ciudadanos llegar desde el Dique Sur hasta el espaldón del puerto recorriendo el Paseo Marítimo, la Plaza del Mar y la Avenida General Macías».