CRISIS SOCIAL EN FRANCIA|OFENSIVA DE LOS GRUPOS ORGANIZADOS EN LA PERIFERIA PARISINA

La policía alerta de la violencia a manos de bandas criminales

Varios jóvenes asaltan cerca de París un autobús, pistola en mano, y lo queman

El Periodico, 27-10-2006

M. C.
CLICHY-SOUS-BOIS

Los últimos ataques contra varios autobuses en diferentes localidades de las afueras de París -uno de ellos, pistola en mano- parecen confirmar la tesis de algunos responsables policiales sobre la radicalización de la violencia urbana en los suburbios, orquestada esta vez por bandas de delincuentes perfectamente organizados. En este sentido, el secretario general del Sindicato de Oficiales de la Policía, Bruno Beschizza, declaró a este diario que ya no se trata de jóvenes con reivindicaciones sociales, sino de “individuos que declaran la guerra a la República”. El riesgo, manifestó Beschizza, es que se pase de “la segregación a la secesión”.
El hecho es que la última acción contra un autobús urbano, en la madrugada de ayer -entre Bagnolet y Montreuil (norte de París)- tenía aires de asalto a la caravana de una película del oeste. Una banda de jóvenes encapuchados y armados subieron al autobús y, pistola en mano, hicieron bajar a los pasajeros. Luego escaparon con el vehículo, que posteriormente prendieron fuego después de rociar con líquido inflamable. Casi todos los ataques terminan con los vehículos quemados.
Horas antes, otra banda de jóvenes con la cara tapada había hecho lo mismo con un autobús en Nanterre. Otro ataque del mismo estilo tuvo lugar al sur de París, en Athis-Mons. Allí, tres jóvenes encapuchados desalojaron el autobús antes de incendiarlo con un cóctel molotov. Algo parecido ocurrió en Lyón, donde fue quemado un autocar privado.

PERSPECTIVA NEGATIVA
Las autoridades y las asociaciones temen lo peor, y que, una vez más, “paguen justos por pecadores”. Las empresas de transporte afectadas están dispuestas a suprimir o desviar las líneas que pasan por las zonas calientes, pero esto implicaría dejar incomunicadas a millones de personas que dependen del autobús para desplazarse. Los propios sindicatos de conductores piden a sus afiliados que se acojan al derecho de cese de actividad en caso de “peligro inminente”.
La policía, por su parte, lo interpreta como una nueva estrategia de los “mafiosos locales” para marcar su territorio. Según los expertos, se trata de impedir que las fuerzas del orden pongan de nuevo en peligro la economía sumergida de estos barrios, que viven esencialmente de todo tipo de tráficos. El sindicato Action considera que se trata de una “declaración de guerra a la República” y exige más represión y “sanciones inmediatas y ejemplares”.

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