(Firma: David Alvarado | Lugar: rabat | corresponsal)

Al menos seis inmigrantes se ahogaron el pasado martes frente a las costas argelinas de Orán, a unos 400 kilómetros de Argel, según indicaron fuentes autorizadas del cuerpo de Protección Civil del país. Los harragas – nombre que se le da en el dialecto árabe de la zona a quienes intentan llegar de forma clandestina a Europa – habían salido desde algún punto de la región del oranesado en una lancha neumática de 10 plazas. Al poco de zarpar, la embarcación tuvo un problema mecánico y zozobró, a unos 500 metros de la playa de Ain Turk.


Aunque uno de los tripulantes consiguió llegar a nado a la costa y dio la voz de alarma, los guardacostas no consiguieron llegar a tiempo y sólo pudieron rescatar con vida a un joven que, con síntomas de hipotermia, fue inmediatamente conducido a un centro hospitalario próximo. En las últimas horas fueron encontrados los cuerpos sin vida de seis jóvenes, y no se descarta que puedan aparecer más cadáveres. En cuanto a la nacionalidad de los muertos, aunque no ha habido confirmación oficial, varios testigos han declarado que «es casi seguro que eran argelinos o marroquíes».


En Lanzarote


Por otra parte, una patrullera de la Guardia Civil interceptó el pasado lunes a quince millas náuticas al sur de Lanzarote a una embarcación con 32 individuos varones que portaban banderas de la República Árabe Saharaui Independiente. Habían zarpado la noche anterior desde una playa próxima a Tarfaya, localidad situada en territorio del Sáhara Occidental. En buen estado de salud, indicaron fuentes de la Guardia Civil, los jóvenes – el menor tenía 18 años – fueron puestos a disposición policial para su ingreso en el centro de internamiento de extranjeros de El Matorral, en Fuerteventura. De momento no se ha podido confirmar si, al igual que han hecho anteriormente otros contingentes de saharauis, estos han demandado de las autoridades españoles el estatuto de asilados políticos.


Según un comunicado del Frente Polisario, la mayor llegada de oriundos del Sáhara Occidental a las costas canarias no es casual. Más de 500 individuos se habrían visto obligados a exiliarse desde el estallido de la intifada en mayo del 2005, a causa de la presión, las amenazas, las detenciones y las torturas a las que los someten las fuerzas de seguridad marroquíes. Además, el comunicado explica que «los oficiales de la Gendarmería tienen pactos con los patrones de la mafia del tráfico de seres humanos y reciben una cantidad sustancial de dinero por cada emigrante que sube a una patera desde la costa saharaui».