El Ministerio del Interior italiano ha decidido dar escolta a la diputada de Alianza Nacional Daniela Santanchè, después de que varios analistas indicaran que las palabras del imán Ali Abu Shwaima, ciudadano italiano, llamándola infiel equivalían a una fetua, es decir, a una condena. El aludido asegura que no hizo tal cosa.

MARÍA-PAZ LÓPEZ – Corresponsal ROMA
- La diputada derechista italiana Daniela Santanchè vive desdesde ayer con escolta, por decisión del Ministerio del Interior, después de que un imán la tachara de infiel el pasado viernes durante un debate televisivo en el que la diputada criticó el velo islámico. Varios analistas indican que ese apelativo, dicho en público por una autoridad religiosa musulmana, equivale a una fetua, es decir, a algún tipo de condena.

Santanchè – miembro del partido derechista Alianza Nacional, que lidera Gianfranco Fini- participaba junto a Ali Abu Shwaima, imán de la mezquita de Segrate (región de Lombardía), en el programa Controcorrente de la cadena por satélite Sky TV. La diputada afirmó que “el velo no es un símbolo religioso, y el Corán no obliga a las mujeres a llevarlo”, a lo que Shwaima, jordano con ciudadanía italiana, respondió: “Usted es una ignorante, una falsa, siembra el odio, y es una infiel”.

La parlamentaria, de 45 años, autora del libro La mujer negada. De la infibulación a la liberación,sobre la situación de las mujeres en países musulmanes, ha recibido un coro de declaraciones de apoyo tanto del centroizquierda en el Gobierno como del centroderecha en el que milita. “Quiero que el señor Shwaima sepa que en nuesto país no son aceptables las amenazas, las intimidaciones y los chantajes – afirmó la ministra de Igualdad de Oportunidades, Barbara Pollastrini-. Estoy convencida de que el derecho de ciudadanía debe estar condicionado a la aceptación de reglas comunes, entre las que considero fundamental la autonomía y el respeto a la mujer.”

El aludido, de 56 años, médico de profesión, aseguraba ayer en el diario Corriere della Sera que no había lanzado fetua alguna. Ali Abu Shwaima reiteró que Santanchè “es una ignorante en el sentido de que no conoce el Corán”, y afirmó que el velo sí es obligatorio. “Es Dios quien lo impone – dijo el imán-. Las mujeres que no se ponen velo no son apóstatas que condenar. Son libres de no ponérselo; pero se equivocan totalmente, y se las verán con Dios.” La protección policial para la parlamentaria, que vive en Milán, le parece exagerada: “Todo esto es un ataque deliberado contra los musulmanes y las mezquitas, para dar una imagen negativa del islam.”

Daniela Santanchè, de 45 años y madre de un hijo de 9, declaró al mismo diario que, en realidad, no vive tranquila desde que publicó su libro. “Nadie me hará cambiar de idea – afirmó-. El velo es un símbolo de sumisión de las mujeres. Hace años que he dicho adiós a lo políticamente correcto; basta con tanto buenismo,hay que llamar a las cosas por su nombre.” Santanchè evocó entonces la reciente lapidación de una joven adúltera en Iraq.