Una asistencia con doble vida

Cerca de treinta voluntarios – entre ellos, diez inmigrantes – han colaborado en la preparación del cargamento que hoy parte hacia Ecuador.

la ONG Zarrian – Barri ultimó ayer los preparativos para flotar un container de ayuda humanitaria. Desde la mañana, tres voluntarios nepalíes y otro compañero de Burkina Faso solucionaron los últimos flecos del proyecto. En total, 30 personas han colaborado en la preparación del décimo cargamento enviado por este colectivo, centrado sobre todo en cuestiones sanitarias y ayuda al inmigrante, desde su creación en 1999. Perú, Venezuela o Irak fueron algunos de sus destinos. Esta vez, el objetivo consiste en enviar material geriátrico ya utilizado a un asilo de Macará, en el departamento de Loja (Ecuador).

Proyectos como éste demuestran que incluso los recursos sanitarios tienen una segunda vida. “El material que en los centros vascos se desecha, para renovarlo por nuevas dotaciones, se puede aprovechar en zonas más desfavorecidas”, explicó Ángeles Basaldua, una de las integrantes del equipo directivo de Zarrian – Barri, que cuenta con doce socios en Álava y casi 80 colaboradores habituales de diversas nacionalidades – ucranianos, colombianos, peruanos o ecuatorianos, entre otros – , además de disponer de una delegación en Durango (Bizkaia).

El nuevo envío a Ecuador, de 40 toneladas, está compuesto por camas articuladas, bañeras geriátricas – que pueden llegar a costar hasta 6.000 euros, apuntaron desde la asociación – , sillas de ruedas, una cocina industrial y menaje, mobiliario y ropa de cama, precisó a través de un comunicado Óscar Moreno, otro miembro de Zarrian – Barri. La ONG, con sede en el pueblo alavés de Ullibarri Arrazua (en Vitoria), ha acumulado a lo largo del año este equipo. Los orígenes del instrumental son el Hospital Psiquiátrico y el de Txagorritxu de Vitoria, los centros geriátricos de la Diputación alavesa y el comercio Lidl. Su destino estará en una residencia para ancianos de 50 plazas regentada por las Hermanas Siervas de Jesús en Macará, dado que la organización ya había colaborado con esta orden en otras iniciativas similares.

las “trabas” burocráticas El container viajará hoy hasta Bilbao, desde donde partirá hacia el puerto de Guayaquil en Ecuador para, por tierra, acceder finalmente a Macará. La financiación de este trayecto está cubierta con dinero de las arcas forales y del Ayuntamiento de Iurreta (Bizkaia).

Basaldua explicó, sin embargo, que superar las “trabas” burocráticas para hacer llegar este material se erige como el escollo más difícil: “Reunir el material es arduo, sobre todo porque a veces no sabemos dónde almacenar las donaciones, pero lo que sí resulta muy complicado, aunque parezca mentira, es conseguir todos los permisos para embarcar la ayuda”.

En cuanto a la disponibilidad institucional para ofrecer esta asistencia de segunda mano , esta colaboradora tiene claro que “si enviásemos sólo dinero no convencería tanto, pero contar con un proyecto facilita esta colaboración. Además, conseguir este material geriátrico en Ecuador sería demasiado costoso”.