La alta abstención empuja al presidente búlgaro a una segunda vuelta electoral

Las Provincias, 23-10-2006

La alta abstención (59%) en los comicios celebrados ayer ha empujado al presidente de Bulgaria a tener que disputar una segunda vuelta electoral con el candidato ultraderechista Siderov. Aunque los sondeos a pie de urna concedían al socialista Parvanov la gran mayoría de los votos, la ley impide su reelección directa. El nuevo presidente de Bulgaria se decidirá en la segunda vuelta, el próximo domingo día 29, dirimiéndose entre la reelección del actual presidente del país, el socialista y proeuropeo Georgi Parvanov, y el candidato y líder del ultraderechista partido Ataka, Volen Siderov.


Parvanov consiguió una amplia ventaja en las elecciones celebradas ayer, según los sondeos a pie de urna, pero deberá enfrentarse al candidato ultranacionalista Siderov –segundo participante más votado– en una segunda vuelta forzada por la baja participación. El porcentaje de votantes no alcanzó el 41%, según diversos sondeos, cuando es necesario al menos un 50% para evitar una segunda vuelta entre los dos primeros candidatos, según la ley búlgara.


Una hora antes del cierre de los colegios electorales, Parvanov, de 49 años, estaba a la cabeza, según las estimaciones, con una amplia mayoría, entre el 60% y el 67% de los votos, y Siderov, de 60 años, tenía sólo entre el 17,8% y el 22,8%.


Al cerrarse las urnas, Parvanov se declaró victorioso en la televisión nacional. “Felicito a toda la gente que me apoyó en este resultado convincente”, dijo. “La ventaja en el resultado (sobre Siderov) me hace pensar que no hay nada de qué preocuparse”, agregó, haciendo referencia a la segunda vuelta obligada por la baja participación.


El candidato de la derecha dividida, Nedeltcho Beronov, de 78 años, obtuvo entre el 10,5% y el 13,5% de los votos, según las estimaciones. Beronov se verá, sin embargo, obligado a apoyar a su actual adversario, Georgy Parvanov, ex jefe del partido socialista (PSB, ex comunista) el próximo domingo frente a Siderov, quien ha acusado a las minorías turca y gitana, así como a los políticos corruptos, de los males que aquejan al país y que fueron originados por la transición post – comunista.


“Un candidato ultranacionalista y anti – europeo en la segunda vuelta no tendrá un impacto positivo sobre la imagen de Bulgaria “, comentó la politóloga Boriana Dimitrova.


La derecha, fragmentada

Acusando al Gobierno de Parvanov de haber negociado mal la adhesión de Bulgaria a la UE, Siderov se ganó el apoyo de muchos búlgaros descontentos por el cierre anticipado, a finales de 2006 y bajo la presión de Bruselas, de dos reactores nucleares de la central de Kozlodui, lo que podría provocar un aumento del coste de la energía eléctrica. Según los analistas ha aglutinado gran parte del voto radical de protesta contra la pobreza y la corrupción en este país balcánico.


La socióloga Dimitrova, del instituto demoscópico Alpha Research, comentó también que el descontento social de muchos ciudadanos les llevó a no participar en los comicios. Así mismo, la desmovilización cundió entre los votantes de derecha en estas elecciones –según Dimitrova– ya que los conservadores acudieron muy fragmentados a las elecciones.


El ex presidente del Tribunal Constitucional, Nedelcho Beronov, candidato por una coalición de derecha, quedó fuera de la carrera por la segunda vuelta al conseguir sólo entre el 11 y el 12% de los votos.


Así, en la segunda vuelta el electorado conservador tendrá la complicada tarea de elegir entre el candidato de los socialistas y el ultranacionalista.

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