5.000 personas celebran en Villena el Día del Vecino y destacan el propósito de integración de los inmigrantes Más de 5.000 personas procedentes de diversos puntos de la geografía valenciana se reunieron ayer en Villena para celebrar el Día del Vecino, que organiza cada año la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunitat Valenciana. La capital del Turia estuvo representada por sus 72 asociaciones vecinales, además de destacados municipios de las tres provincias (Valencia, Alicante y Castellón) que no quisieron perderse el evento.

El presidente de la entidad autonómica, Juan Antonio Caballero, destacó la importancia de integrar a los inmigrantes como unos vecinos más de la Comunitat. En la jornada festiva también participaron comunidades de inmigrantes de Villena. Caballero exigió, además, más control a los ayuntamientos ante las últimas denuncias de especulación urbanística.

El Ayuntamiento de Villena aprovechó la ocasión para hacer coincidir la celebración con su Feria de Solidaridad, Cooperación y Salud. Pese a las actividades programadas, los cinco mil vecinos –en su mayoría personas de edad avanzada– mostraron gestos de impaciencia en los momentos previos a la multitudinaria comida, buscando reposo y refugio del intenso solanar, en el hall del pabellón cubierto mientras los expertos de la firma Galbis acababan de cocinar cuatro paellas gigantes.

Los participantes llegaron al polideportivo a bordo de más de un centenar de autobuses y lo primero que hicieron fue adquirir una gorra –con el logotipo de la Confederación y al precio de 1 euro– para protegerse del intenso sol que reinó durante la mañana.

Entre las actividades que se ofrecían para pasar la jornada, destacaron una muestra de bolillos, exhibición de Tai – Chi, danzas populares, bailes latinos e, incluso, una tabla gimnástica realizada por mujeres.

Cuatro enormes paellas

La presidenta vecinal de Valencia, María José Broseta, destacó también a este periódico la importancia que pueden tener en unos años los inmigrantes en el movimiento vecinal.

A pesar del carácter festivo, no faltaron mensajes reivindicativos para la Administración. La llegada masiva de inmigrantes estos años ha transformado muchos barrios. En el caso de Valencia, el ejemplo más llamativo es Orriols, donde el porcentaje de población extrajera respecto a la total se duplica en comparación a la media de la ciudad.

La fiesta contó con la participación de cocineros de la empresa Galbis, quienes prepararon cuatro monumentales paellas. “Se han repartido exactamente 5.520 tiques de comida; también había bebida y algunos aperitivos”, dijo Broseta. El polideportivo municipal de la ciudad alicantina sirvió de improvisado comedor durante unas horas. Desde la sobremesa y hasta las siete y media de la tarde se celebró una verbena popular, más que nunca debido al buen ambiente entre el público.

“Somos muchos más, aunque con los que hemos venido podemos estar orgullosos de la capacidad del movimiento vecinal”, dijo Broseta ya en Valencia. Según sus cálculos, sólo de la ciudad marcharon algo más de cuarenta autobuses hacia Villena. Cada año, la confederación autonómica elige una ciudad para su fiesta, que en esta edición “tuvo un gran éxito”, según Broseta.

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