Un socialista y un «ultra» en la segunda vuelta de las presidenciales búlgaras

ABC, 23-10-2006

A las puertas de la UE

Bulgaria se convertirá en miembro de pleno derecho de la Unión Europea el 1 de enero de 2007 junto con Rumanía. Su entrada marca el fin de una ola de adhesiones. Al resto de candidatos europeos le aguarda una larga antesala.

RAFAEL ALVARADO. CORRESPONSAL

SOFÍA. Ya no son conjeturas. Como presagiábamos ayer, el actual presidente de Bulgaria, el socialista Gueorgui Parvanov, y el ultranacionalista líder del partido «Ataka», Volen Siderov, se enfrentarán en las urnas en la segunda vuelta de las presidenciales el próximo domingo, ya que ninguno consiguió una mayoría suficiente en los comicios de ayer.

Parvanov partía como favorito, y así ha sido tras conocerse los primeros resultados no oficiales de las agencias demoscópicas con datos recogidos a pie de urna.

De un total de 6.446.085 personas con derecho al voto, la participación, que hasta media tarde era muy baja, fue subiendo hasta registrar un 43 por ciento. Según datos de las diferentes agencias recogidos a la salida de los colegios electorales, Parvanov habría obtenido entre el 60 y el 65 por ciento de los votos, mientras que por Siderov, habrían votado entre el 19 y el 21 por ciento.

Ascenso de «Ataka»

Nedelcho Beronov, expresidente del Tribunal Constitucional, de 78 años, candidato de la derecha, o mejor dicho de parte de la fragmentada derecha, se adjudicó entre un 9.8 y un 10.3 por ciento de los votos. Lo que al principio eran simples temores ya se ha convertido en una triste realidad. El ultranacionalista Siderov, líder del partido «Ataka» («Ataque» en español), con un discurso xenófobo y violento contra la minoría turca y los gitanos, ha logrado desbancar al candidato de la derecha y no sólo legitima su presencia y la de su partido en el Parlamento sino que aumentó dos veces y media su electorado en comparación con las legislativas de 2004.

Por primera vez en la democracia búlgara, un candidato a presidente obtiene una victoria tan contundente en la primera vuelta y una diferencia tan grande frente al segundo. Sin embargo, la ley estipula que si la participación electoral no alcanza el 50 por ciento, tienen que repetirse los comicios.

Tanto en las pequeñas ciudades y en las capitales de provincia, como en las aldeas, Parvanov contabiliza más del 60 por ciento de los votos, aunque en éstas ha registrado hasta un 70 por ciento. Siderov mantiene en todas partes su segundo lugar con un resultado que oscila entre el 19 y el 22 por ciento. Sólo en la capital, Sofía, Beronov ha logrado un digno segundo lugar con un 23 por ciento frente a un 14 para Siderov. Conocidos los resultados de esta primera vuelta de las presidenciales, el primer ministro, Serguei Stanishev, líder del Partido Socialista Búlgaro, exhortó al electorado de la derecha a votar por Parvanov lo que, según él, significa votar por el futuro y no volver al pasado. Stanishev ha puesto el dedo en la llaga ya que el gran dilema es quién de los líderes de la maltrecha derecha se atreverá a presentarse ante su electorado y decirles para quién votar en la segunda vuelta. Un simpatizante de la derecha resumía muy bien la situación: «hay que elegir entre el mal menor (Parvanov) y el mal mayor (Siderov).

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