Casi 400.000 rumanos viven en España, siendo ya el tercer colectivo inmigrante en importancia numérica de nuestro país. Si finalmente Rumanía ingresa en la Unión Europea el 1 de enero de 2007, estos ciudadanos tendrán derecho a voto en las elecciones municipales de la próxima primavera. Un exhaustivo reportaje que hoy publicamos en el suplemento Crónica muestra cómo el voto de este colectivo podrá determinar directamente la Alcaldía en más de 400 localidades en todo el país – donde la concentración de habitantes de esta nacionalidad es muy alta y el reparto de escaños entre los partidos mayoritarios está muy dividido – . Haciendo bueno el dicho de que la unión hace la fuerza, se acaba de fundar el Partido Independiente Rumano (PIR), que pretende concentrar el mayor número de sufragios de estos compatriotas. Aunque, al menos de momento, esta formación no puede soñar con un voto cautivo de sus paisanos, ya que un alto grado de rumanos vive plenamente integrado en el conjunto de la sociedad de acogida, y sus preferencias electorales no son distintas de las de cualquier ciudadano español. En este contexto, urge que los partidos nacionales – especialmente, PSOE y PP – pongan en marcha estrategias para sumarles al proyecto común y favorecer su total integración también por vía electoral. El PIR ya les ha tomado la delantera, demostrando que la maquinaria ideológica y electoral de los grandes partidos casi siempre va por detrás de la realidad social.