La Comunitat ha recibido en apenas tres días a 161 inmigrantes irregulares trasladados por el Gobierno desde Canarias. El martes aterrizó en el aeropuerto de Manises un vuelo con 60 subsaharianos, anteayer llegó otro avión con el mismo número de personas y ayer un tercer grupo de 41 indocumentados. La Comunitat Valenciana ha recibido en apenas tres días a un total de 161 inmigrantes sin papeles trasladados por el Gobierno desde Canarias.

El martes aterrizó el primer avión con 60 subsaharianos procedentes de Tenerife. Anteayer, un segundo grupo de otros 60 africanos que habían estado internados en la Gomera llegó en avión a Valencia. Y sólo 24 horas después el Gobierno preparó otro envío de 41 personas más a la Comunitat.

Los dos últimos grupos han sido distribuidos entre las ciudades de Valencia y Alicante. El Plan de Traslados del Gobierno consiste en que distintas ONG, cuatro entidades en el caso de la Comunitat Valenciana, acoger a los inmigrantes llegados en cayucos a Canarias y que ya han permanecido el máximo legal de 40 días en los centros de internamiento y no han podido ser repatriados.

El envío de extranjeros indocumentados a la Comunitat ha sido utilizado como arma política. Desde el Consell han acusado al Gobierno de aplicar una “nefasta” gestión de la inmigración. Mientras tanto, distintas organizaciones sociales, como la Plataforma Pobreza Cero, ha lamentado que se use “el lenguaje del miedo y del alarmismo innecesario”.

Desde la Conselleria de Bienestar Social han asegurado que el Gobierno ha trasladado a la Comunitat en 2006 a más de 1.800 subsaharianos procedentes de Canarias, sin contar los últimos grupos, y han reprochado que la Comunitat Valenciana sea la autonomía que reciba más inmigrantes. La secretaria de Estado de Inmigración e Emigración, Consuelo Rumí, desmintió estas afirmaciones del Consell hace dos semanas, en su última visita a Valencia. Asociaciones de inmigrantes y sindicatos han lamentado que la llegada a Europa de africanos que buscan una vida mejor sea utilizada “con fines electoralistas”.