La Policía acusa al Gobierno de incumplir las normas de seguridad en las repatriaciones

El sindicato CEP denuncia que en los vuelos a Senegal cada agente custodia

La Razón, 19-10-2006

Madrid – Sesenta policías por sesenta inmigrantes, es la proporción que se
guardaba en los vuelos de repatriación de inmigrantes indocumentados
procedentes de países subsaharianos. Ahora la equivalencia ha variado y
son ya 90 senegaleses los que son trasladados a su país de origen
acompañados por 60 policías de tal manera que cada agente presta
protección a 1,5 extranjeros, según ha informado la Confederación Española
de Policía (CEP). Su portavoz, Rodrigo Gavilán, denunció que «se están
vulnerando los protocolos de seguridad que establecen que por cada
extranjero repatriado deben viajar dos policías».
   Ahora,
los viajes de senegaleses en vuelos fletados por el Ministerio del
Interior se están desarrollado sin incidencias, según ha reconocido el
ministro de Trabajo, el de Interior y hasta los sindicatos policiales. Sin
embargo, en este tipo de servicios, en que la Policía viaja de paisano,
desarmada y los inmigrantes sin ningún sistema de retención «cualquier día
podría ocurrir alguna incidencia. No se puede garantizar la seguridad en
pleno vuelo». Si, en el peor de los casos, sucediera alguna situación
conflictiva, «para reducir a un subsahariano de 1,90 metros de altura
aproximadamente y complexión fuerte se necesitaría la intervención de tres
o cuatro agentes».
   Prueba de que de que en los vuelos de
repatriaciones viajan ya más inmigrantes que agentes que les custodien fue
lo ocurrido el pasado miércoles en que se fletaron dos vuelos de Air
Europa a las siete de la mañana y a la una del mediodía. 14 policías que
viajaban en el primero y otros 21 del segundo se quedaron sin la comida
del catering que cedieron a los inmigrantes.
   El retorno de los
subsaharianos a sus países de origen se ve aliviado, en parte, por la
pequeña ayuda económica que reciben del Gobierno español. Antes de
desembarcar un agente les ofrece un sobre con 50 euros. «Algo de dinero
para que puedan volver a sus localidades», según ha admitido el Ejecutivo.
Las autoridades senegalesas también «compensan» a aquellos que no pueden
lograr el sueño europeo con otros 10.000 francos (15 euros) para el
traslado de vuelta a casa. Pero no son los únicos. Los sindicatos
policiales divulgaron antes del verano que los policías que custodian a
los inmigrantes hacen llegar a las autoridades locales que reciben a los
extranjeros repatriados «cajas de whisky, papas y ordenadores», además de
un «maletín». Ahora, el rumor que circula entre los policías es que el
mando militar senegalés que se encarga de recepcionar el vuelo recibe
3.000 dólares por vuelo, una cantidad que es entregada por un inspector de
la Comisaría General de Extranjería y Documentación en la parte delantera
del avión, donde no pueden ser avistados por los agentes, o en la carpa
instalada en el aeropuerto senegalés.
   El mando que admite a los
«sin papeles» previamente revisa el avión y comprueba que todo está en
orden y los inmigrantes regresan en condiciones dignas. La Policía
considera que estos «regalos» son un «trato de favor» para ganarse a las
autoridades locales, mientras que el Gobierno los considera un gesto de
«amistad» y «colaboración» con el país africano que se hace desde la época
en la que gobernaba Aznar.
   La CEP también ha denunciado que muchos
de los agentes que viajan a países africanos, «lo hacen con vacunas
caducadas, o bien sin ellas y sin pasaporte». Lo constatan algunas
«minutas» o informes remitidos en el mes de septiembre por agentes de
Málaga a sus mandos más inmediatos de la Unidad de Intervención Policial
(UIP) y que fueron enviados a Canarias. «Tras el comunicado de un posible
viaje a un país africano con motivo de la realización de expulsiones,
dicho funcionario no posee ni la documentación requerida al efecto ni las
vacunas por un posible contagio que comunico a Vd. para los efectos que
sean oportunos».
   Otra minuta de otro agente exponía a su jefe
un mensaje idéntico: «Ante un posible viaje a país o recinto donde se
encuentran alojadas personas de origen subsahariano, tengo caducadas las
vacunas que puedan impedir cualquier enfermedad infecto – contagioasa con el
consiguiente riesgo personal como familiar. Asimismo le significo que el
pasaporle le tengo caducado».
   El escaso interés de los agentes
por participar en los programas de repatriación de extranjeros ya se vio
demostrado en septiembre pasado cuando el Ministerio del Interior remitió
un escrito a la Jefatura Superior de Policía de Madrid y a los servicios
centrales (un colectivo de unos 15.000 agentes) solicitando voluntarios
para las repatriaciones de senegaleses. En dos días se habían presentado
tres.
   Los policías consideran que no es un servicio agradable que,
además, está mal pagado. Un agente que interviene en la repatriación de un
subsahariano viene a cobrar unos 150 euros por servicio que, en caso de
los países africanos, se resuelve en un solo día.
   Fuentes
policiales detallaron que cada dos días aproximadamente parten entre
cuatro y cinco vuelos hacia Senenal con una cantidad de extranjeros que
oscila entre los 60 y los 90. La mayoría se fletan desde Fuerteventura
«con normalidad».
   El secretario de Estado de Asuntos
Exteriores, Bernardino León, anunció hace tres días en la Comisión de
Asuntos Exteriores del Senado que España ya ha repatriado alrededor de
4.000 senegaleses que llegaron a territorio español en situación
irregular. León explicó que se están realizando del orden de 15 vuelos
semanales desde las islas Canarias a Senegal y garantizó que el programa
de repatriaciones sigue y «si no ocurre ningún hecho extraordinario», se
mantendrá.
   No obstante, las repatriaciones son fruto de un
acuerdo puntual entre el Gobierno español y el senegalés y podrían ser
interrumpidas en cualquier momento, ya que no existe un convenio
específico suscrito por el país africano que permita las repatriaciones
automáticas de los senegaleses.
   El ministro de Asuntos
Exteriores no logró convencer al Gobierno senegalés la semana pasada para
que firmase un acuerdo que formalice esta práctica de manera automática.
La decisión que quedó aplazada para el mes de diciembre próximo. Y eso a
pesar de que España se comprometió a abonar 15 millones al Gobierno
africano, el triple que a Guinea y Gambia. El pasado día 9 Moratinos llegó
a un acuerdo con Guinea – Conakry por el que aceptaba acoger a 156
guineanos «sin papeles» a cambio de cinco millones en ayuda. A los envíos
masivos de senegaleses a ha contribuido la policía del país africano, que
se trasladó hasta Canarias para identificar a sus nacionales.
   

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