Salvadores de almas

El Samur Social acude cada día a la llamada de personas sin hogar,

La Razón, 19-10-2006

MADRID – Si ya es difícil para médicos y técnicos actuar en las situaciones
límite que se producen en casos de emergencia, la complicación se dispara
cuando hablamos de crisis vitales: abandonos, soledades y traumas que
requiren la intervención de «otros» expertos. Atención psico – social para
los más desfavorecidos de Madrid. «Nuestras intervenciones son cálidas.
Manejamos miedos y angustias», explica Juan Carlos Arellano, director del
centro del Samur Social que ayer inauguraron el alcalde de Madrid ,
Alberto Ruiz – Gallardón y la concejal de Empleo y Servicios Sociales, Ana
Botella. La nueva sede pretende convertirse en el punto neurálgico de la
solidaridad madrileña y su estreno sirvió de excusa para reunir a los
«ángeles de la guardia» de los colectivos más desafortunados de la capital.
   Inmigrantes, personas sin hogar o mayores que viven solos y que se
encuentran en situaciones de riesgo son algunos de los colectivos que han
recibido el apoyo de los miembros del Samur Social desde julio de 2004.
   A lo largo de este tiempo, muchas han sido las intervenciones, y detrás
de cada una, un drama, una historia personal. Poniéndole cifras alas caras
de la necesaria solidaridad, el Samur atendió en 2005 (el primer año de
servicio completo) un total de 40.714 llamadas telefónicas.
   Emergencias individuales.
   De las 26.000
actuaciones, las personas sin hogar las que más han solicitado este
servicio, en el 44 por ciento de los casos, seguidas de los inmigrantes,
con el 12, y los mayores, que suponen el nueve. A mayor distancia se
encuentran las intervenciones de las familias, discapacitados y menores.
   En 2005, el Samur Social intervino en 7.041 emergencias de tipo individual
con 2.371 personas distintas: tees de cada cuatro atendidos eran personas
sin hogar, inmigrantes o mayores de 65 años.
   Otras de sus
actuaciones se producen en momentos de crisis colectivas. En Madrid se
vieron obligados a actuar en 53 emergencias y en cinco muy graves, como el
incendio del Windsor o el atentado de ETA en el Campo de las Naciones.
   Se ha ayudado a 900 personas sin hogar y hasta 112 personas mayores han
sido ingresadas en residencias en contra de su voluntad y con mandato
judicial porque su vida corría peligro. El nuevo centro, situado en el
númeor 10 de la carrera de San Francisco, dispone de una sala para
afrontar situaciones de crisis, un área de coordinación, un centro de
acogida y camas para breves estancias. A partir de hoy, será el campamento
base de los miembros del Samur; su día a día les obliga a enfrentarse con
situaciones duras, a veces auténticos dramas, pero, como explica su
director, «nos da muchas satisfacciones».
   

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