La Policía acaba con la primera banda de albaneses y rumanos detectada en Europa

ABC, 19-10-2006

PABLO MUÑOZ

MADRID. La UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, en colaboración con agentes de Castellón y Valencia, han desmantelado una peligrosa organización especializada en asaltos a centros comerciales formada por rumanos, albaneses y un ucraniano. La operación, además de aclarar una veintena de golpes y posibilitar la detención de dieciocho individuos, ha permitido detectar, por primera vez en Europa, una alianza estratégica entre una banda de rumanos y otra de albaneses, cada una con papeles perfectamente definidos en función de su especialización.

Las fuentes consultadas por ABC destacan que en el caso de que esa alianza no se limite a esta organización concreta, sino que sea una tendencia generalizada, «estaríamos ante un salto cualitativo y muy peligroso en la evolución de la criminalidad organizada en España». Las investigaciones policiales se centran ahora en explorar esta línea de trabajo.

Desde julio, la Policía estaba sobre la pista de esta organización, que además de los asaltos en centros comerciales – tenían predilección por las tiendas de telefonía móvil – estaba especializada en la falsificación de documentos. El «modus operandi» en los asaltos consistía en entrar en los centros comerciales a través de los conductos de aire acondicionado y luego, en la misma noche, desvalijar varios establecimientos. Los criminales son individuos «metódicos» y después de «trabajar» varios centros en Madrid habían desplazado sus actividades al litoral levantino, en concreto a Tarragona, Castellón, Valencia y Almería. Cuando acababan en una provincia, continuaban con la siguiente.

El hecho de que por primera vez en Europa «trabajaran» juntos un grupo de rumanos y otro de albano – kosovares hizo que los investigadores llegaran a la conclusión de que se había producido esa alianza inédita en la última fase de la investigación. Los albaneses planificaban y ejecutaban los golpes – la Policía tiene datos muy concretos sobre el nivel de preparación de estos grupos en este tipo de actividades – , mientras que los rumanos se dedicaban a la falsificación, as seleccionar los objetivos y a colocar en el mercado negro español y rumano los efectos robados.

La madrugada del martes fue el momento elegido por la Policía para detener a los 18 sospechosos y dada su peligrosidad fue necesaria la intervención de decenas de agentes. El botín aproximado que obtuvieron fue de 270.000 euros, la mayoría en teléfonos móviles y joyas. En los registros se intervinieron 76 móviles, cámaras digitales, navegadores, dinero, alhajas, documentaciones falsas y útiles para el robo.

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